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La directora científica del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas, María BlascoEFE

Las excusas de la directora del CNIO para escurrir el bulto de la corrupción: «No hablo de mi vida privada»

Blasco ha negado la mayor sobre su implicación en los casos de presunta corrupción que la cercan y ha cargado todas las responsabilidades a Juan Arroyo Muñoz, director gerente de la entidad

La directora del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO), María Blasco, está en el punto de mira a raíz de una serie de investigaciones relacionadas con una supuesta gestión fraudulenta de los fondos de la entidad.

Durante una rueda de prensa que se celebró este martes, Blasco negó la mayor sobre su implicación en los casos de presunta corrupción que la cercan y escurrió el bulto cargando todas las responsabilidades a Juan Arroyo Muñoz, director gerente de la entidad que Blasco lidera. «Yo no tengo las competencias de contratación. Yo soy la cara visible, pero con un gerente con graves imputaciones por prevaricación, corrupción y tráfico de influencias», señaló la directora del CNIO.

Según explicó, Juan Arroyo Muñoz ya ostentaba el cargo de director gerente cuando ella accedió a su puesto actual. Según alegó Blasco, ella quería «sacar al CNIO de una situación de números rojos». Apuntó, además, que en numerosas ocasiones quiso cesar al tesorero del Centro, pero que esta destitución nunca llegó a materializarse.

«No quiero acusar a nadie, pero yo no tengo las competencias de contratación. Yo soy la cara visible pero con un gerente de graves acusaciones», denunció. Con numerosas alegaciones a una supuesta «campaña de descrédito y acoso» hacia su persona por parte de los medios de comunicación, María Blasco afirmó esta intención de cambiar al tesorero del CNIO, «por el miedo que me da tener un gerente con semejantes acusaciones».

«La situación se agravó este verano», continuó la directora del centro, antes de denunciar una situación de bicefalia dentro del CNIO, en la que ella encarna la dirección científica y Juan Arroyo Muñoz, tesorero, la dirección gerente. «La bicefalia es real y el responsable es el gerente», insistió.

María Blasco, durante una rueda de prensa en el CNIO este 21 de eneroEl Debate

La realidad es que, según reveló este medio, Blasco fue la responsable de autorizar hasta un centenar de contratos por valor de 16,3 millones de euros de las arcas del centro a una red de empresas vinculadas al gerente del CNIO, al que ahora quiere cargar con toda la responsabilidad, y a José Ramón Martínez Méndez, ex jefe de personal de la entidad.

Respecto a la compra al contado de dos viviendas en Galicia el 10 de julio de 2023, así como a unos viajes con su familia presuntamente financiados con los fondos del centro que dirige, Blasco refirió que «no hablo de mi vida privada», pero que «por supuesto que no he pagado nada con los fondos del CNIO». «Solo quieren denigrar mi imagen y la de mi familia», señaló.

Tras explicar estas cuestiones y al ser preguntada por una posible dimisión, María Blasco anunció que se aferrará al cargo: «Esta es mi casa científica desde hace 20 años. Quiero culminar mi trabajo, no quiero ganar la batalla a los medios, sino la del cáncer», alegó ante los medios.

Horizonte negro para Blasco

El sindicato Manos Limpias presentó el pasado 19 de diciembre una denuncia contra María Blasco, que sostiene que la directora del CNIO usó donativos de particulares destinados a la investigación oncológica para comprar obras de arte. Por este motivo, se pide que sea investigada por los delitos de malversación, estafa y apropiación indebida.

Esta rueda de prensa, convocada con la finalidad de limpiar la imagen de María Blasco, acontece en un contexto de conflictos en ebullición en el CNIO. Por un lado, la continuidad de la dirección se encuentra en la cuerda floja ante la reunión del patronato que tendrá lugar el próximo 29 de enero.

Según relataron a este periódico fuentes de la Consejería de Educación de la Junta de Castilla y León —una de las comunidades que cuenta con representación en el patronato— pedirán la dimisión de María Blasco en la cita del 29 de enero.

Por otro lado, la que era hasta ahora reconocida como una de las figuras más influyentes en la investigación biomédica, ha recibido al menos 10 denuncias por acoso desde el año 2013 hasta el 2025. «Es una líder por imposición. Hay un descontento generalizado de los trabajadores», declararon varios investigadores a este medio.