La Junta de Castilla y León, miembro del patronato del CNIO, pedirá la dimisión de María Blasco el próximo 29 de enero

La continuidad de la directora del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO), María Blasco, se encuentra más en la cuerda floja que nunca. La piedra está sobre el tejado del patronato del centro, que tendría en su mano la continuidad o cese de la aún directora, quien en los últimos meses ha protagonizado una serie de polémicas, provocando el hartazgo de sus trabajadores y del sector científico español.

Tenemos que retroceder al pasado 15 de diciembre, día en el que la aún directora puso su cargo a disposición del patronato, organismo que se reunirá el próximo 29 de enero para abordar distintas cuestiones –entre ellas el futuro de Blasco–. En este contexto hay que destacar que el patronato, compuesto por 15 personas, cuenta con varios representantes de diferentes comunidades, así como vocales de los ministerios de Ciencia, Sanidad y Presidencia. De hecho, uno de ellos ya habría mostrado su conformidad al cese de la polémica directora, cuyos apoyos comienzan a decaer incluso días antes de la reunión.

Fuentes de la Consejería de Educación de la Junta de Castilla y León –una de las comunidades que cuenta con representación en el patronato– confirmaban a este periódico que pedirán la dimisión de María Blasco en la cita del 29 de enero.

En el escrito, adelantado por El Mundo, la Junta habría llegado a esta conclusión tras «manifestar por escrito y de forma oral la preocupación que genera la situación del CNIO». El organismo castellanoleonés ha solicitado «que se tomen medidas para evitar el daño reputacional del organismo».

«El avance de los acontecimientos sólo reafirma esa posición, y la Consejería solicita la dimisión de la directora cuanto antes para poder empezar a trabajar en un nuevo impulso del centro», sentencia el comunicado.

Un panorama desolador para Blasco

La posible decisión del patronato llegaría tan solo un mes después de que el propio organismo solicitara una «explicación exhaustiva» de la situación actual del centro, tanto económica como laboral, así como los motivos y las decisiones que se han tomado y que justifican dicha situación.

En aquella reunión del 17 de diciembre, el organismo decidía no aprobar el Plan de Actuaciones para 2025 presentado por el CNIO y acordaba solicitarle una nueva propuesta. De igual manera, el patronato –presidido por la secretaria general de Investigación (y exdirectora del Biobanco del CNIO), Eva Ortega-Paíno–, solicitó paralizar las actividades ligadas al Programa CNIO-Arte, así como una auditoría externa e independiente sobre dicho programa.

El malestar en el centro ha ido creciendo en las últimas semanas tras las polémicas que ha venido protagonizando la directora del centro. Las supuestas corrupciones que ya acorralan a Blasco, junto con varias denuncias de sus trabajadores, habrían situado a la directora en una posición prácticamente insalvable.

De hecho, varios investigadores han ido relatando a este periódico la necesidad de un «cambio de imagen» en la dirección del centro. Más teniendo en cuenta que desde que accediera al cargo en el año 2011, Blasco se ha caracterizado por «tener problemas con varios de sus subordinados». Una dinámica que ha puesto en entredicho la fama e imagen del Centro contra el Cáncer, cuya reputación ha caído en picado en los últimos años.