La directora del CNIO recibe al menos 10 denuncias por acoso laboral: «Ha tenido problemas con sus subordinados»
Fue denunciada por Manos Limpias por el uso inapropiado de donativos particulares, que habrían sido destinados a la compra de obras de arte en lugar de emplearse en la investigación oncológica
María Blasco, directora científica del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO), vuelve a ser el punto de mira. De todos los problemas que tiene, ya que anteriormente fue denunciada por Manos Limpias por el uso inapropiado de donativos particulares, que habrían sido destinados a la compra de obras de arte en lugar de emplearse en la investigación oncológica, se le suma uno nuevo: el acoso laboral. Según cuenta ABC, la que era hasta ahora reconocida como una de las figuras más influyentes en la investigación biomédica, ha recibido al menos 10 denuncias desde el año 2013 hasta el 2025.
Esta información no es nueva, tal como adelantó El Debate a mediados de diciembre, varios de los investigadores del centro han calificado a su directora como una «líder por imposición» cuyas actitudes han provocado un «descontento generalizado entre los trabajadores».
«A lo largo de los últimos años ha tenido bastantes problemas con varios de sus subordinados», exponían líderes de proyectos en el CNIO. Ante esta situación, desde los distintos departamentos señalaban a este periódico que «un cambio de cara vendría bien a la entidad y sería sano».
En lo que respecta a la información adelantada por ABC, las primeras de estas denuncias habrían tenido lugar en el año 2013. En aquel año, un director de programa denunció «desencuentros continuados con la directora». Ese mismo año, una investigadora calificó de «trato vejatorio, racista, ofensivo y acoso laboral y psicológico» las actitudes de María Blasco.
Siete años después, un jefe de grupo arremetió contra la directora del Centro contra el Cáncer en un caso en el que se vulneraba la política de jubilación para los jefes del grupo del centro. Por su parte, un empleado adjunto a la gerencia presentó un escrito en el que advertía de su preocupación por las acciones continuadas de la directora del centro de investigación hacia él. Ya en 2020 tuvo lugar una tercera denuncia por acoso laboral. Una responsable de gestión científica calificó a la directora como responsable «de conductas sistemáticas de hostigamiento y la imposición de exigencias desproporcionadas».
Un año más tarde, una jefa de unidad denunció a Blasco como consecuencia de los conflictos internos derivados por una incorporación que se realizó años antes. En 2023, un becario calificó de «abuso de poder» la actitud de María Blasco. Esta misma persona habría sido objeto de «conductas intimidatorias a modo de represalia». Meses después, ya en 2024, una investigadora tuvo que ser atendida por un profesional ante «la acumulación de constantes mentiras con ataques continuos». Por su parte, un responsable de personal denunció a Blasco como consecuencia de una persecución constante por parte de la directora con el fin de «imponer unilateralmente sus criterios».
Finalmente, ya en el presente año, un jefe de grupo denunció determinadas prácticas irregulares que consentían en «abuso de poder, falta de comunicación y accesibilidad, discriminación y falta de integración».
Otras razones que la señalan
El malestar del CNIO con la directora no es nuevo, pero se ha intensificado en los últimos meses. En diciembre, más de la mitad de los investigadores denunciaron la que, la podría ser investigada con presuntos delitos de malversación, estafa y apropiación indebida, había dejado de lado a los trabajadores –que reclamaban más fondos y reconocimiento– y desvió dos millones de euros para comprar obras de arte, los cuales fueron para un acto que llevó a cabo Begoña Gómez.
No son pocas las irregularidades que se han destapado de María Blasco, ya que, además de las mencionadas, también comenzó a cobrar sobresueldos ilegales de 150.000 euros, se compró dos casas al contado en Galicia y adjudicó contratos a empresas vinculadas a personas de confianza.
De igual manera, tal como adelantó El Confidencial, al menos el 10 % de la plantilla ha demandado a la institución a lo largo de 2024, un dato que demuestra aún más el descontento de los trabajadores de la institución.
Tras todo este revuelo, Diana Morant, ministra de Ciencia, ha afirmado que todo esto comienza a ser «una estrategia del PP» para desprestigiar «uno de los mejores centros de excelencia en investigaciones contra el cáncer de nuestro país y de Europa».
Asimilismo, ha recalcado que el CNNIC vive «uno de sus mejores momentos», por lo que a ella nunca le van a encontrar «en la irresponsabilidad de desprestigiar a un Centro de Investigaciones de esa categoría». Por último, ha aseverado que ya han pedido a Blasco y al gerente todos los informes para conocer «el estado de situación del centro»