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Ejemplar de la medusa ''nuez de mar'', capaz de revertir su envejecimiento

Ejemplar de la medusa «nuez de mar», capaz de revertir su envejecimientoWikipedia

El mundo científico, conmocionado ante la existencia de un depredador marino que puede revertir su envejecimiento

Varios ejemplares de medusas han demostrado ser capaces de invertir su desarrollo a un estado larvario, una cualidad que se da cuando están estresadas

Las profundidades oceánicas siguen siendo un completo misterio para los expertos. En concreto, una de las grandes incógnitas es la fauna que suele habitar esas profundidades, cuya composición y forma de vida es, en la mayoría de ocasiones, un completo misterio. En concreto, en las últimas semanas una especie ha conseguido captar la atención de los investigadores. No por su forma o manera de sobrevivir, sino por su gran función rejuvenecedora.

Un nuevo estudio publicado en Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS) ha revelado la asombrosa capacidad sin precedentes de varias medusas, que pueden revertir su desarrollo. En primera instancia tenemos que partir de la base de que los ciclos de vida de los distintos animales terrestres y marinos suelen seguir un patrón establecido: nacen, crecen, se reproducen y mueren.

Sin embargo, solo unas pocas especies privilegiadas son capaces de contravenir el orden natural de su existencia y, por decirlo de alguna manera, retroceder en su tiempo de vida hasta el punto de ser catalogadas como «inmortales». Se ha demostrado que la especie Turritopsis dohrnii —una medusa que puede alterar y revertir su ciclo de vida—, es capaz de pasar de fase adulta a larvaria. Este proceso se conoce como 'desarrollo inverso'. Una técnica que sería más común de lo que parece entre estos animales.

Imagen de un ejemplar juvenil de la medusa Turritopsis dohrnii

Imagen de un ejemplar juvenil de la medusa Turritopsis dohrniiUniversidad de Oviedo

Tal como detalla de la investigación, junto a la Turritopsis dohrnii se habría incluido una nueva especie de medusa inmortal: el ctenóforo Mnemiopsis leidyi, también conocida como «nuez de mar».

«El trabajo desafía nuestra comprensión del desarrollo animal temprano y los planes corporales, abriendo nuevas vías para el estudio de la plasticidad y el rejuvenecimiento del ciclo de vida. El hecho de que hayamos encontrado una nueva especie que utiliza esta peculiar 'máquina del viaje en el tiempo' plantea preguntas fascinantes sobre cómo se extiende esta capacidad a lo largo del árbol de la vida animal», afirmó Joan J. Soto-Angel, investigadora postdoctoral en el Equipo Manet en el Departamento de Historia Natural de la Universidad de Bergen.

En concreto, la investigación detalla que cuando este nuevo ejemplar estuvo expuesta a situaciones de estrés por inanición o lesiones físicas, demostró una capacidad extraordinaria para pasar de su forma lobulada a una etapa larvaria.

«Fue fascinante observar cómo se transformaban lentamente en una larva típica de cidípido, como si estuvieran retrocediendo en el tiempo», recuerda Soto-Angel. «Durante varias semanas, no solo cambiaron sus características morfológicas, sino que también mostraron un comportamiento alimentario completamente diferente, típico de una larva de cidípido», detalla Soto-Angel.

Un gran depredador marino

A pesar de que esta investigación podría abrir las puertas a entender de mejor forma las enfermedades de la vejez, la realidad es que este último tipo de medusa se ha convertido en una de las grandes amenazas del fondo marino.

La «nuez de mar» es nativa de las costas orientales de Estados Unidos y las Indias Occidentales. Esta especie, que pueden alcanzar los 10 centímetros de longitud, se ha convertido en uno de los depredadores más importantes de la actualidad. Se alimentan de todo tipo de zooplancton, incluidas huevas y larvas de peces, teniendo un gran impacto en la pesca mundial.

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