La cocaína cala en España al nivel de la heroína en los 80: «El ambiente te lleva, tú no lo controlas»

Según el último informe del Ministerio de Sanidad sobre el alcohol, el tabaco y las drogas ilegales en España, que data del año 2023, aproximadamente uno de cada diez individuos de 15 a 64 años reconoce haber consumido cocaína en polvo alguna vez en la vida (11,7 %), porcentaje superior al registrado en la anterior encuesta en casi un punto.

La edad media de inicio de consumo se sitúa en los 21,1 años. Cuando se analiza el consumo en los últimos 12 meses, la prevalencia se sitúa en el 2,3 %. Respecto al último mes, el 1,3 % reconoce haber tomado cocaína en polvo en alguna ocasión en los 30 días previos a la realización de la encuesta.

Tal y como evidencia el Observatorio Europeo de Drogas y Toxicomanías, España sigue liderando la lista de países del viejo continente en el que más se consume esta sustancia estupefaciente. Por otro lado, el Ministerio de Interior reveló recientemente que en el año 2023 se incautaron en nuestro país 117 toneladas de cocaína, lo que incrementa en un 101 % la cantidad capturada en el año anterior.

Estos datos han alarmado a la unidad antidroga de la Policía Nacional, y tal y como reveló recientemente este medio, «en España la cocaína está alcanzando las cotas que tuvo la heroína en los 80 y 90», confirmó un agente.

Testimonios

Marcos (nombre ficticio para mantener su anonimato) empezó a consumir cocaína con 20 años. Ahora, cinco años mayor y con una adicción a cuestas que ha pagado cara, relata a El Debate que comenzó a consumir «porque mis amigos estaban empezando a hacerlo». «Lo hacía para pasármelo bien de fiesta. La cocaína es mala, pero muy divertida», expresa este joven.

«Empecé a salir más a diario, ya no solo los findes, así que me metía más. El punto complicado fue cuando me mudé con uno de estos amigos que ya consumía. Ahí empecé a meterme a diario. Lo necesitaba para concentrarme para estudiar», reconoce Marcos, quien finalmente, tuvo que dejar el grado en Ingeniería Industrial que cursaba en Madrid por la falta de estabilidad que le generó esta adicción.

«Robé a mi novia y a mis padres bastante dinero. La coca es cara y yo era un chaval que vivía de la paga de mis padres», confiesa este joven ante los micrófonos de este medio. Reflexiona, además, sobre la importancia del primer 'no': «Una vez que dices que sí a probarla, ya estás jodido. El ambiente te lleva, de verdad que tú no lo controlas», señala.

Un testimonio diferente es el de Guillermo, quien reconoce a este periódico un consumo esporádico de cocaína y solo de fiesta. «Consumo porque uno ya tiene una edad y cuesta más aguantar tiempo. Te tomas eso, y como viene cortado con paracetamol, sienta bien físicamente», explica.

Aunque este joven percibe la cocaína como una droga «bastante blanda» en comparación con otras también altamente consumidas en ambientes de ocio, como las pastillas, advierte que «es una droga muy peligrosa, sobre todo por la alta adicción que tiene. Además, es una droga muy cara, a 60 euros el gramo, por lo cual muchísima gente se arruina consumiéndola».