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Parque eólico marino de Pingtan, en la provincia de Fujian (China)Twitter

Medio ambiente

Renovables a lo grande: China instala la mayor turbina marina del mundo, con palas de 123 metros

Tiene un área aproximada de 50.000 metros cuadrados, lo que equivaldría a siete campos de fútbol y podría satisfacer el consumo de 36.000 familias durante un año

Los chinos vuelven a sorprendernos con sus excentricidades en ingeniería. Parques eólicos gigantes, placas solares en todos los tejados, una presa a 5.000 metros de altitud o la turbina eólica más grande del mundo son algunos ejemplos de la obsesión del país por producir más y más electricidad ante el temor de quedarse sin abastecimiento.

A pesar de que todos los anteriores son ejemplos de energías renovables, el gigante asiático no descarta ninguna posibilidad y también apuesta por la quema de combustibles fósiles, y es que los diferentes gobiernos locales chinos aprobaron construir más centrales de carbón en los primeros tres meses de 2023 que en todo el año 2021.

Sin embargo, desde Occidente nos llaman la atención sus megaproyectos renovables, que adelantan por la derecha a cualquier plan llevado a cabo en territorio europeo. Cuando en España se ha acotado este año en qué zonas de nuestras costas se podrán instalar aerogeneradores, en China van a instalar la mayor turbina marina del mundo en un parque eólico situado en el mar.

Ha sido el operador China Three Gorges Corporation el que se ha encargado de instalar una turbina gigante de 16 megavatios (MW) con una altura de 152 metros y unas palas de 123 metros de longitud.

Según ha anunciado la propia compañía en Twitter, se trata de la instalación del primer parque eólico marino que utiliza una turbina de 16 MW. Ha ocurrido en el parque eólico de Pingtan, una localidad de la ciudad-prefectura de Fuzhou en la provincia de Fujian.

Las dimensiones son mastodónticas. Como decimos, sus gigantescas palas de 123 metros abarcan, según explican en el Global Times, un área aproximada de unos 50.000 metros cuadrados, lo que equivaldría a siete campos de fútbol.

Pero hay más datos llamativos. Su peso rondaría las 385 toneladas y su eje se situaría a una altura de unos 52 pisos. Según los cálculos del medio chino, puede llegar a generar alrededor de 34 kilovatios-hora (kWh) de electricidad o 66 millones de kWh de electricidad limpia en promedio anualmente, lo que puede satisfacer el consumo eléctrico normal de 36.000 familias durante un año, ahorrando alrededor de 22.000 toneladas de carbón estándar y la reducción de unas 54.000 toneladas de emisiones de dióxido de carbono.

Además, el molino está equipado con cientos de sensores que ajustan de manera inteligente su modo de operación en respuesta a condiciones meteorológicas severas, como por ejemplo un tifón. Y es que la costa sureste de China, rica en recursos eólicos, también es la que tiene unas condiciones marítimas más complejas, siendo las más inestables de todo el país.

Las no renovables persisten

Como decimos, la ambición del gigante asiático de producir energía para satisfacer a una población en continuo crecimiento hace que continúen apostando también por las energías no renovables que, sin embargo, en Europa se están intentando erradicar.

China produjo cerca del 60 % de su electricidad a partir del carbón y entre enero y marzo de este año se dio luz verde a, por lo menos, 20,45 gigavatios (GW) de carbón. Una cifra que contrasta con el mismo período del año anterior, cuando fue de 8,63 gigavatios, y que resulta especialmente llamativa al compararla con los datos de 2021, ya que en ese año se aprobaron 18 GW, menos que en lo que llevamos de 2023.

Para explicar esto, José Manuel Viñas, meteorólogo de Meteored, comentaba a El Debate que la potencia tiene que «apostar por todo, sea o no renovable», para garantizar el suministro y la seguridad energética. «El problema es que ese crecimiento tiene un gran impacto, aparte de ser insostenible», lamenta.