La enfermedad hemorrágica epizoótica que afecta a vacas y ciervos hace temer a los ganaderos

La enfermedad hemorrágica epizoótica (EHE) se detectó por primera vez en España a finales del año pasado y sufrió un rebrote a finales de junio que causó la muerte de varios ciervos. Un episodio que generó alarma debido a las imágenes que se compartieron en redes sociales de estos animales contagiados, que se mostraban muy débiles, perdiendo el control de sus movimientos o directamente muertos.

Ahora, esta enfermedad que en principio afectaba en mayor medida a los cérvidos, ha pasado también al ganado bovino. Estos generalmente responden mejor que ciervos y venados al tratamiento de antibióticos y antiinflamatorios, lo cual no ha hecho que se hayan producido brotes en algunas explotaciones.

Esta misma semana se han detectado dos fallecimientos producidos en bovinos de carne afectados por Enfermedad Hemorrágica Epizoótica (EHE), motivo por el que la Consejería de Medio Ambiente, Agricultura e Interior de la Comunidad de Madrid ha declarado dos nuevos focos en animales de la especie bovina en las delegaciones comarcales de agricultura de El Escorial y Torrelaguna, y un foco en animales silvestres.

Según confirmaron fuentes del departamento madrileño a Europa Press, los expertos de la Consejería están en contacto permanente con el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA), así como con los veterinarios y ganaderos de la región, para informarles de la situación y los casos detectados conforme a los métodos de muestreo y los criterios de evaluación establecidos.

Con este mismo objeto se reunieron el pasado lunes con representantes agrarios y ganaderos de GEA, UCAM, UGAMA, Asaja, UPA y veterinarios de las Agrupaciones de Defensa Sanitaria Ganadera, para tratar la evolución de la Enfermedad Hemorrágica Epizoótica, informarles de las actuaciones realizadas e indicar las directrices que deben seguir los ganaderos.

Controlar la población de insectos

Esta enfermedad afecta principalmente a rumiantes domésticos como bovinos, ovinos y caprinos y también a cérvidos silvestres como ciervo, gamo y corzo, pero nunca a humanos. Además, se presenta como asintomática en la mayoría de los casos, o bien con sintomatología leve o moderada.

Aunque los casos más graves son escasos y la mortalidad es baja, las alarmas se han activado al notificar los primeros fallecimientos de ganado. Estas muertes se producen principalmente debido a consecuencias de la infección, como cojeras que producen falta de movilidad o dificultad para comer o beber por úlceras en la boca.

A pesar de los focos en varias zonas, cabe destacar que no se transmite entre vaca y vaca y, sobre todo, como ya informó el gobierno madrileño, no existe posibilidad de transmisión al ser humano ni a la cadena alimentaria.

El contagio llega, por tanto, a través de vectores, generalmente insectos hematófagos de pequeño tamaño que se desarrollan en sustratos con gran cantidad de materia orgánica y suficiente humedad, que pueden ser arrastrados por fuertes vientos y, con ello, vehicular estos virus entre zonas geográficamente muy distantes.

Santiago Vega, catedrático de Sanidad Animal de la Universidad CEU-Cardenal Herrera de Valencia, asegura que el problema radica en los mosquitos y muestra su preocupación y su asombro, ya que esta enfermedad «nunca se había dado en Europa y en tan solo ocho días el mosquito nos lo trajo desde la isla de Cerdeña» a finales de 2022.

Sin embargo, recuerda que, en este caso, «tenemos la suerte de que no es una zoonosis», por lo que no hay posibilidad de que afecte a las personas. De hecho, la transmisión entre animales es muy escasa debido a que la presencia en el individuo es muy baja.

El experto aconseja controlar la población de estos insectos durante todo el año mediante campañas de desinfección. Y es que esta sería la única manera de prevenir y eliminar la enfermedad hemorrágica epizoótica y otras muchas en las que el mosquito es vector.

Para ello, Vega insiste en que hay que concienciar a la población para llevar a cabo la lucha contra estos insectos «poniendo mosquiteras en las ventanas e instalando ventiladores, ya que las corrientes impiden que vuelen». Estos serían algunos consejos para actuar contra el adulto, pero es importante actuar sobre el huevo.

El catedrático recuerda que los mosquitos ponen los huevos en aguas estancadas, por lo que deberíamos de evitar su formación, como en el caso de las piscinas que no se vacían al finalizar el verano, las fuentes ornamentales que hay en las ciudades o los canalones de los tejados en los que crece la hierba y el agua se estanca.

Características de la enfermedad

Su período de incubación es de dos a 10 días y en el caso del ganado vacuno puede producirse sintomatología autolimitante durante unas dos semanas (fiebre, anorexia, disfagia, inapetencia, emaciación, estomatitis ulcerosa, cojera, dificultad respiratoria, secreción nasal y eritema de la ubre).

La EHE es más habitual en América, donde algunos brotes han llegado a causar la muerte de millares de ciervos, pero ha terminado por expandirse a muchas otras regiones del globo.