Los ganaderos exigen al Gobierno que «dé la cara» ante la crisis de la EHE que mata a cientos de vacas

La enfermedad hemorrágica epizoótica (EHE) sigue cobrándose vidas del ganado en amplias zonas de la Península. Casi un año después de darse los primeros casos en España la situación no parece mejorar, y es que esta afección está cobrándose la vida de cientos de animales cada día, según alertaban hace algunas semanas desde La Unión de Agricultores y Ganaderos de Extremadura, que cifraban en 425 decesos al día solamente en esa comunidad.

Por ello, los ganaderos de todo el país comienzan a alzar la voz para pedir al Gobierno acciones que terminen con esta sangría de animales. La Asociación Agraria de Jóvenes Agricultores (Asaja) cree que no se ha dado la importancia que esta grave enfermedad tiene, «puesto que las pérdidas que provoca al ganadero son tremendas».

Como hemos venido informando, la EHE, que en principio afectaba en mayor medida a los cérvidos, ha pasado también al ganado bovino a través de vectores, generalmente insectos hematófagos de pequeño tamaño. Aunque en la mayoría de casos se presenta asintomática o bien con sintomatología leve o moderada, se ha cobrado ya la vida de cientos de animales principalmente debido a consecuencias de la infección, como cojeras que producen falta de movilidad o dificultad para comer o beber por úlceras en la boca.

Los ganaderos destacan ahora que el Gobierno de España «conocía el escenario esperable», en el que la enfermedad ha colonizado todos los territorios donde tiene actividad el mosquito Culicoides, y no ha coordinado con las comunidades autónomas una verdadera respuesta eficaz frente a la enfermedad.

Pérdida económica para los ganaderos

Quienes se dedican a esta actividad del sector primario están observando cómo el ganado se infecta provocando diversos cuadros sintomáticos como fiebre, decaimiento del animal, problemas para alimentarse y beber, pérdida de peso, abortos y en muchos casos muerte del animal.

Algo que acarrea unos daños económicos «enormes», según subrayan desde Asaja. Y es que a que a la muerte de algunos animales se unen los costes de los tratamientos farmacológicos que requiere el rebaño y que alcanzan los 100 euros por cabeza. A esto hay que sumarle «la incertidumbre de no saber cómo van a quedar fisiológicamente muchos animales una vez que padecen la enfermedad», destacan.

Por ello, las agrupaciones de ganaderos exigen al Gobierno que «dé la cara» y al Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA) que le dé la importancia que requiere la dimensión que ha tomado la EHE afectando prácticamente a la totalidad del territorio español, «que no siendo un problema de salud pública si lo es para la viabilidad económica de las explotaciones».

Denuncian además que las líneas de seguro agrario que ha puesto el Ministerio a disposición del sector «no tienen cobertura» frente a esta enfermedad. Por ello, Asaja exige al Gobierno que articule ayudas directas por los daños que esta enfermedad está provocando a las ganaderías afectadas, incluya esta enfermedad en el próximo Plan de seguros agrarios y que, con celeridad, convoque una reunión al máximo nivel con las comunidades autónomas para coordinar y articular medidas de control frente a la enfermedad.

«Preocupación» entre los productores de carne

La gerente de la Asociación de Productores de Vacuno de Carne (Asoprovac), Matilde Moro, advierte de la «mucha preocupación» que tienen los ganaderos de este sector ante la propagación de la Enfermedad Hemorrágica Epizoótica (EHE) sobre la que tienen «datos muy desconcertantes».

En una entrevista con Efe, Moro comenta la rentabilidad «negativa» que han sufrido estos ganaderos en verano y subraya que desde el MAPA no se han puesto medidas especialmente estrictas porque «la idea que tenían es que no había mayor problema».

Controlar la población de insectos

Santiago Vega, catedrático de Sanidad Animal de la Universidad CEU-Cardenal Herrera de Valencia, asegura que el problema radica en los mosquitos y muestra su preocupación y su asombro, ya que esta enfermedad «nunca se había dado en Europa y en tan solo ocho días el mosquito nos lo trajo desde la isla de Cerdeña» a finales de 2022.

El experto aconseja controlar la población de estos insectos durante todo el año mediante campañas de desinfección. Y es que esta sería la única manera de prevenir y eliminar la enfermedad hemorrágica epizoótica y otras muchas en las que el mosquito es vector.

El catedrático recuerda que los mosquitos ponen los huevos en aguas estancadas, por lo que deberíamos de evitar su formación, como en el caso de las piscinas que no se vacían al finalizar el verano, las fuentes ornamentales que hay en las ciudades o los canalones de los tejados en los que crece la hierba y el agua se estanca.