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Tres voluntarios plantan un árbol

Tres voluntarios plantan un árbolFreepik

¿Es absurdo plantar árboles para combatir el cambio climático?

Muchos empresarios optan por esta práctica para compensar su huella de carbono, pero los científicos advierten que podría ser contraproducente

Plantar árboles se ha convertido en la «multa» que muchos empresarios asumen para compensar la huella de carbono que deja su negocio. Una práctica también de greenwashing –también llamado ecoblanqueoy que sirve para limpiar conciencias y venderse como una compañía verde y limpia. Pero, ¿hasta qué punto esto es útil?

Un grupo de científicos advirtió que la plantación masiva de árboles podría hacer más mal que bien, sobre todo en regiones tropicales, donde los monocultivos pueden conducir a la desaparición de ecosistemas complejos. «La sociedad redujo el valor de estos ecosistemas a un único parámetro: el carbono», apuntaron científicos de universidades británicas y sudafricanas.

Sin embargo, ha sido la voz de Bill Gates la que más ha resonado contra esta práctica: «Yo no planto árboles», declaró hace poco, atizando el debate. Al filántropo multimillonario le habían preguntado sobre cómo compensa sus emisiones de carbono e insistió en que él evita «algunos enfoques menos probados». Según él, la afirmación de que plantar suficientes árboles podría solucionar la crisis climática es un «completo sinsentido». «¿Somos gente de ciencia o somos unos idiotas?», lanzó durante una conversación sobre clima organizada por el diario The New York Times.

Las controvertidas declaraciones de Gates coparon titulares y despertaron críticas por parte de los defensores de la reforestación y de la forestación. «He dedicado los últimos 16 años de mi vida a hacer de los bosques parte de la solución climática», escribió Jad Daley, jefe de la oenegé American Forests. «Este tipo de comentario puede hacernos retroceder de verdad», agregó en la red social X.

Pero Bill Gates no es el único que duda de planes tan ambiciosos. El 21 de septiembre, los Estados miembros de la Unión Europea (UE) acordaron sacar adelante una legislación para prohibir las alegaciones de impacto medioambiental neutro o positivo fundadas únicamente en la compensación de emisiones de carbono, que en general se trata de plantaciones de árboles. Una práctica que, según el texto de los europeos, sería ineficaz si se compara con la reducción directa de emisiones de CO2 por parte de las empresas.

La captación de carbono es «un pequeño elemento de las funciones ecológicas esenciales que cumplen los bosques tropicales y los ecosistemas herbáceos», explicaron los científicos en un artículo publicado en la revista Trends in Ecology and Evolution.

Uno de esos científicos, Jesús Aguirre Gutiérrez, citó ejemplos en el sur de México y en Ghana, donde bosques antaño diversos «se transformaron en masas homogéneas». Esto los vuelve «muy vulnerables a las enfermedades y tiene un impacto negativo en la biodiversidad local», declaró a AFP Aguirre, investigador en la Universidad de Oxford.

Riesgos para el ecosistema

Estas plantaciones están dominadas por cinco especies de árboles elegidas principalmente por su valor para producir madera y pasta de papel, o por la rapidez de su crecimiento. Al final, los árboles serán talados, lo cual liberará carbono.

Entre estas especies se encuentra la teca, que puede acabar sustituyendo a las especies originales, «lo que plantea riesgos adicionales para las plantas indígenas y para el ecosistema», señaló Aguirre. Igualmente, hay quien critica la falta de espacio a escala mundial para los proyectos de plantación masiva, la plantación de semillas mal adaptadas o el uso inadaptado de praderas y zonas húmedas en zonas forestales.

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