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Pozo petrolífero de Ayoluengo, en BurgosCreative Commons

Este es el único lugar de España en contar con un yacimiento petrolífero terrestre

El hallazgo, que se produjo en los años 60, elevó las expectativas de autoabastecimiento en nuestro país, algo que finalmente jamás ocurrió

Nos encontramos en un momento en el que los combustibles fósiles se están comenzando a abandonar en favor de las energías renovables. Este tipo de energías obtenidas de fuentes limpias y coches eléctricos que no contaminan están a la orden del día, pero el petróleo continúa siendo ese oro líquido que siempre fue y sigue condicionando la economía mundial, en parte porque los vehículos que necesitan gasolina o diésel siguen suponiendo el 86,81 % de la flota mundial.

España no se ha caracterizado por ser un país destacado en la extracción o comercio de petróleo. Sin embargo, según datos de 2020 de la Agencia Internacional de Energía (AIE), el promedio diario de consumo de petróleo de España fue de alrededor de 1,15 millones de barriles por día, lo que vienen siendo cerca de 183 millones de litros de petróleo al día.

No obstante, sí que existen yacimientos petrolíferos en nuestro país, en concreto en territorios como Burgos, Córdoba, Cádiz, Sevilla, Jaén, Asturias, Tarragona, Valencia o Canarias.

En general, estos han sido poco explotados, pero a finales del siglo XX y principios el XXI se descubrieron yacimientos, de forma que España podría abastecerse de crudo durante 20 años y de gas natural durante 70 años a partir de las reservas que posee, de acuerdo con el Colegio Oficial de Geólogos.

Pero solo uno de esos yacimientos se ha dado en tierra firme, ya que el resto se ubica dentro del yacimiento petrolífero de Casablanca, situado en alta mar. El del campo de Ayoluengo, en Burgos, es el único fuera del mar, que ha permanecido activo durante 50 años.

Capacidad de producción limitada

Localizado concretamente en La Lora, un pequeño páramo anexo a a la localidad burgalesa de Sargentes de Lora, estuvo activo entre 1967 y 2017, período durante el cual constituyó el único campo petrolífero que operó en España. Desde principios del siglo pasado ya se sospechaba de la existencia de bolsas de petróleo en el subsuelo de la zona, pero no fue hasta 1964 cuando se descubrió la existencia del yacimiento durante una exploración.

Cuando un chorro de oro negro salió a la superficie, llegando hasta los 50 metros según la prensa de la época, el júbilo se instaló entre vecinos y comerciantes, puesto que el petróleo que se gestaba en esas tierras castellanas era de muy buena calidad. Sin embargo, no fue hasta 1967 cuando se inició su explotación comercial, que rápidamente desinfló las expectativas generadas, y es que del pozo apenas se extraían 150 barriles diarios.

Esta escasez, sumada a su baja calidad, hicieron inviable su refinado y el petróleo que se extraía fue destinado a combustible industrial para ser quemado en calderas de fábricas de Burgos y provincias limítrofes. En enero de 2017, una vez finalizada la concesión de 50 años, cesó la explotación comercial del yacimiento.