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Imagen de un parque eólico

Imagen de un parque eólicoFreepik

¿Qué ocurre con un aerogenerador cuando termina su vida útil? Mobiliario o cemento, entre sus nuevos usos

Aunque se trate de una energía renovable y limpia, no tiene un impacto ambiental nulo, algo que aún no se ha conseguido con ningún tipo de renovable

La energía eólica es una de las grandes apuestas de prácticamente todos los países para producir electricidad de manera limpia e ir abandonando poco a poco los combustibles fósiles. En los últimos años se ha incrementado notablemente la implantación de parques eólicos por todo el planeta hasta situarse el pasado año en 906 GW, según datos del Global Wind Energy Council (GWEC). Los cinco principales mercados del mundo (China, EE.UU., Alemania, India y España) representan el 71 % de las instalaciones mundiales realizadas en 2022.

No obstante, aunque se trate de una energía renovable y limpia, no tiene un impacto ambiental nulo, algo que aún no se ha conseguido con ningún tipo de renovable. Uno de los puntos delicados de la eólica recae precisamente en sus instalaciones: ¿qué ocurre con los aerogeneradores una vez superan su vida útil?

Cabe destacar que estos molinos pueden funcionar entre 20 y 25 años, aunque en general se suele extender hasta los 30 después de realizar algunas medidas de repotenciación. Algo que, según apuntan desde Endesa, ha llegado relativamente tarde a España en comparación con otros países y pueden llegar a conseguir el doble de producción o más a la vez que reducen el impacto ambiental.

Los procesos de actualización de un aerogenerador que ha quedado obsoleto son, no obstante, complejos, debido a que hay que seguir una serie de pasos y protocolos que, en muchas ocasiones, lo dificultan. De hecho, la Asociación Empresarial Eólica pide simplificar los trámites para fomentar que cada vez más compañías se sumen a esta iniciativa.

Reutilización y reciclaje

Cuando ya no se puede hacer nada más con los aerogeneradores se abren diferentes posibilidades para un nuevo uso. Aproximadamente entre el 85 y el 90 por ciento de los materiales de una turbina eólica se pueden reciclar. El principal problema se encuentra, por tanto, en las palas, más difíciles de reciclar o reutilizar.

Una de las técnicas preferidas hasta ahora es triturar esas gigantescas palas para usar el material en la fabricación de cemento o su incineración para generar energía, pero también se opta en ocasiones por depositarlas directamente en los vertederos, al suponer una opción accesible y barata, ya que están consideradas como residuos no peligrosos.

Sin embargo, esta opción elimina las posibilidades de darle una segunda vida a las palas y elimina la circularidad para la energía eólica. Europa se ha propuesto que en 2025 ninguna pala acabe en un vertedero, por lo que es necesario impulsar un tipo de industria que se dedique a transformar los residuos de los aerogeneradores en nuevos bienes.

Un ejemplo de ello es la empresa gallega Ventos Metódicos, que se dedica a tratar las palas de los aerogeneradores que han quedado obsoletos. Los componentes y las estructuras de estos elementos se extraen –aprovechándose de manera íntegra– del propio molino para su posterior desmontaje. Desde la compañía indican que, sin desperdiciar ningún material, se procede a su traslado gracias a una técnica de corte que permite un transporte sencillo y eficaz.

En lugar de enterrar los residuos, como ocurre en Estados Unidos, o triturarlos para su posterior combustión, desde Ventos Metódicos apuestan por transformar los materiales en exclusivo mobiliario industrial, urbano, de oficina o doméstico a través de una técnica «pionera en el sector del reciclado», explican. Se trata de un proceso físico y completamente sostenible donde el impacto de la huella de carbono es «inexistente».

64.257 palas en toda España

La realidad es que hay que apostar por las técnicas de reutilización, ya que los parques eólicos van a ir progresivamente llegando a su fin de ciclo en poco tiempo. Según datos de Asociación Empresarial Eólica (AEE), en España hay 1.265 parques eólicos situados en más de 1.000 municipios, con más de 21.419 aerogeneradores, esto es, un número aproximado de 64.257 palas. Un número que irá in crescendo debido a la firme apuesta de nuestro país y la Unión Europea de seguir ampliando el poder de las energías renovables y, en concreto, de la eólica.
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