Un lobo recorre 1.240 kilómetros desde Alemania hasta Lérida
Se trata de uno de los movimientos de dispersión más largos hechos nunca en el mundo por esta especie
Investigadores han documentado en Vilaller (Lérida) un ejemplar de lobo que ha recorrido 1.240 kilómetros desde Nordhorn (Alemania), donde nació en 2020, y se trata de «uno de los movimientos de dispersión más largos hechos nunca en el mundo» por esta especie.
El hallazgo surge de la colaboración entre Alemania, Francia y España para hacer seguimiento del lobo, para lo que se han comparado las muestras en laboratorios genéticos de los tres, entre los que está el Servicio Veterinario de Genética Molecular de la Universitat Autònoma de Barcelona (UAB), ha informado la universidad este lunes en un comunicado.
El 13 de febrero de 2023 el Grupo Especial Canino (GEK9) de Agents Rurals localizó excrementos del lobo en la comarca de la Alta Ribagorza y se recogió una muestra en la vertiente sur del Pirineo, en Vilaller, cuyo análisis en el laboratorio de la UAB indicó un linaje 'w1', propio de lobos de Europa central y oriental.
Posteriormente, se envió una muestra para analizarla en el laboratorio francés Antagene, que confirmó la coincidencia con un ejemplar de lobo ya localizado anteriormente en la región de Borgoña (Francia).
Consistía en el ejemplar llamado GW1909m por los científicos, que ya había sido localizado el 17 de junio de 2022 en la zona de Alto Saona (Francia) y anteriormente en Alemania, y desde febrero de 2023 no se ha vuelto a detectar «ninguna evidencia» de la presencia de este lobo en la comarca.
Anteriormente, las distancias en línea recta más largas que se habían registrado por un lobo eran de 1.092 kilómetros entre Noruega y Finlandia, 880 kilómetros entre Alemania y Bielorrusia y 829 entre Suiza y Eslovaquia.
Extensión por protección
Este tipo de lobos se están extendiendo por Europa gracias a una protección legal iniciada a partir de finales de los años 70, y son conocidos por su plasticidad de comportamiento y su capacidad de dispersión a larga distancia, que puede extenderse por cientos de kilómetros.
Las poblaciones de lobo prácticamente desaparecieron de Cataluña a principios del siglo XX, aunque a partir del año 2003 se empezaron a llevar a cabo las primeras identificaciones, sobre todo en la zona del Cadí y del Ripollés.
Dos décadas después, en Cataluña no existe una población reproductora establecida de lobos, aunque hay presencia de individuos aislados, que son animales que provienen de la dispersión natural de la población de lobos presente en Francia.
Actualmente, existen cuatro ejemplares de lobo identificados genéticamente en Cataluña –todos machos–, y en los últimos cinco años no se ha detectado ninguna hembra, por lo que no hay ninguna evidencia de reproducción.