Comer serpiente, la nueva recomendación alimenticia del ecologismo
Sus proponentes resaltan que su aporte energético es incluso mayor que la de los animales de granja
Insectos, carne de laboratorio y ahora… serpientes.
Con la recurrente causa de la alimentación sostenible por delante, un estudio difundido en la revista Scientific Reports ha apuntado a la cría de serpientes como alternativa ecológica a la ganadería tradicional por sus altas dosis proteicas.
El estudio, en concreto, señala a lo que propugna como potencial alimenticio de las pitones reticuladas y birmanas, especies criadas en granjas de Tailandia y Vietnam. Estos reptiles, dicen, cuentan con la ventaja de que crecen rápidamente incluso en periodos sin alimento.
«Estas pitones pueden vivir casi un mes sin agua. Pueden vivir del agua que se deposita en sus escamas por la mañana, y pasar casi un año sin comer», afirmó el herpetólogo Daniel Natusch, de la Universidad Macquarie de Australia y autor del estudio, al diario británico The Guardian.
Además, según datos de Science Alert, su eficiencia alimenticia supera a la de muchos animales consumidos habitualmente, como el salmón, las aves de corral, el cerdo y la ternera.
Aunque el consumo de serpiente no es común en Occidente, quienes lo alientan invitan a mirar a otros países donde sí está incluido en la dieta. «Para algunos no será un problema. Para otros, será cuestión de probar y ver. A algunos les fascinará, a otros no, como con cualquier alimento», reflexionó Natusch en declaraciones a Newsweek. «Pero si esas personas se toman en serio la sostenibilidad del planeta, deberían plantearse comer pitón en lugar de ternera o pollo».
Algunos de los retos a los que se enfrenta esta propuesta pasan por la alimentación de las propias serpientes y la necesidad de desarrollar métodos adecuados para su cría.