El escarabajo japonés avanza por Europa arrasando los cultivos
Las plagas de especies exóticas son cada vez más habituales y constituyen uno de los grandes problemas que en la actualidad amenazan los ecosistemas naturales y la biodiversidad existente en el planeta. Hablamos de una especie exótica cuando ha sido introducida como consecuencia de la actividad humana en una zona que no hubiera podido alcanzar por sí sola.
Como bien explican desde la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA), aunque muchas de ellas han sido introducidas intencionadamente, como la patata, el tomate y otras plantas y árboles, otros visitantes han llegado accidentalmente, como «polizones» en contenedores de transporte aéreo o marítimo o, como ha sucedido en el caso de ciertos crustáceos, en los cascos de las naves. A menudo no plantean amenaza alguna hasta que llegan a hábitats naturales en los que no hay competidores ni depredadores.
Es lo que está ocurriendo en varios países europeos en la actualidad con el escarabajo japonés (popillia japonica), una especie que no es destructiva en Japón gracias a la existencia de depredadores naturales, pero que sí está causando estragos en América o Europa.
En concreto, dañan las plantas atacando a su follaje, consumiendo tanto sus hojas como sus frutos, y más de 300 especies están en peligro, muchas de ellas de interés económico como las viñas, los frutales, las flores ornamentales o el césped.
Por todo ello está catalogado como una plaga cuarentenaria prioritaria en la Unión Europea. Esto significa que las autoridades tienen la obligación de informar oficialmente de su detección y establecer estrictas medidas de control en caso de hallarse un foco.
En Europa no existen depredadores naturales de esta especie y su erradicación es muy complicada, ya que las posibilidades de combatirlo con productos fitosanitarios son muy restringidas. De esta forma, la única forma de control es evitando el transporte de restos vegetales y tierra e instalando trampas, que suelen consistir en un par de paredes cruzadas para que se choquen y se depositen en bolsas o contenedores en su parte inferior.
Presencia en España
Un equipo de 39 científicos de 31 instituciones españolas coordinado por la Red Temática sobre Invasiones Biológicas (InvaNET) ya advirtió hace justo un año de que había 108 de especies exóticas de animales y plantas no establecidas en nuestro país con riesgo de invadir los ecosistemas españoles en los próximos diez años. Una de ellas es el escarabajo japonés, que se encuentra entre las de más alto riesgo al estar ya presente en varios países europeos.
A pesar de la información que circula, en España aún no se ha realizado ningún tipo de aviso al respecto. El Debate ha contactado con el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA), que ha confirmado que no se ha emitido ningún comunicado sobre la plaga del escarabajo japonés «porque no se ha detectado en España».
Existe, no obstante, un plan de contingencia que data del año 2020 en el que se especifica que, en caso de su aparición en nuestro país, habría que actuar «con rapidez y eficacia, determinar su distribución y combatirla con el fin de intentar erradicarla y en todo momento evitar su propagación».
Alerta en Alemania, Italia y Suiza
Este verano ya se comenzó a dar la voz de alarma en otros países europeos. Su presencia se ha detectado en Suiza e Italia, motivo por el que Alemania ha apelado a la población para prevenir la difusión de la plaga. Según recoge Efe, se h pedido a los viajeros procedentes de Suiza y el norte de Italia que inspeccionen sus vehículos en busca del escarabajo y renuncien a traer flores, frutas y verduras en los que pueda hallarse oculto.
El servicio fitosanitario de la región de Baden-Württemberg, al sur del país germano, ha decidido ir más allá y colocar trampas de feromonas junto a las principales rutas de transporte. Todo ello a pesar de que aún no se ha registrado una población propiamente dicha de este escarabajo.