Brasil solicita a España su apoyo para frenar la normativa antideforestación de la UE
Brasil ve en esta regulación un grave riesgo para sus exportaciones agrícolas
En una reciente reunión bilateral, el ministro brasileño de Agricultura, Carlos Fávaro, pidió este miércoles a su homólogo español, Luis Planas Puchades, el apoyo de España para detener la implementación de la normativa antideforestación de la Unión Europea (UE). La solicitud tuvo lugar en el marco del encuentro del G20, donde se discutieron diversos temas relacionados con el comercio agrícola y el cambio climático.
La normativa europea, que entrará en vigor a finales de diciembre de 2024, busca evitar la llamada «deforestación importada». Establece que las importaciones de productos como el aceite de palma, la soja, la carne vacuna y el café, entre otros, deberán cumplir con una serie de procedimientos que garanticen que su producción no ha causado la destrucción de áreas forestales en los países exportadores.
El Gobierno de Brasil, que ve en esta regulación un grave riesgo para sus exportaciones agrícolas, entregó una carta formal a la Comisión Europea solicitando la suspensión de esta ley. Fávaro aprovechó la reunión con Planas para buscar el respaldo de España en este asunto, que podría afectar hasta el 30 % de las exportaciones brasileñas a la UE, las cuales en 2023 superaron los 31.900 millones de dólares.
En su petición, Fávaro destacó que Brasil ya cuenta con un Código Forestal desde 2012, considerado uno de los más estrictos a nivel global, y con el compromiso del presidente Luiz Inácio Lula da Silva de eliminar la deforestación ilegal en la Amazonía para 2030. Además, aseguró que Brasil puede duplicar su producción agrícola utilizando tierras ya degradadas, sin necesidad de deforestar.
El ministro brasileño también señaló que la normativa de la UE representa uno de los principales obstáculos para la conclusión del acuerdo de libre comercio entre la Unión Europea y Mercosur. Al respecto, insistió en que Brasil está comprometido con la sostenibilidad, pero que la complejidad de las nuevas exigencias de verificación pone en riesgo las exportaciones de pequeños y medianos productores.
Por su parte, ambos ministros coincidieron en la necesidad de abordar los retos que el cambio climático impone sobre la producción agrícola, tanto en Europa como en Brasil. Fávaro mencionó la intención de su país de adoptar nuevas tecnologías agrícolas sostenibles y aumentar la producción en tierras de pastizales de baja productividad, en lugar de expandir la agricultura sobre áreas forestales.