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Dolors Montserrat en el Parlamento EuropeoCedida

Entrevista

Dolors Montserrat: «El modelo medioambiental que la izquierda nos ha querido imponer ha fracasado»

La eurodiputada liderará el próximo 3 de octubre una
jornada donde se abordarán las rutas sostenibles entre Europa y América Latina hacia una economía climáticamente neutra

El equilibrio entre medio ambiente y economía es un debate de calado que llega a todos los rincones en la actualidad. La obligación de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero pasan, entre otras medidas, por transicionar hacia una manera más sostenible de generar energía, motivo por el que en los últimos años se ha venido apostando por las energías fotovoltaica y eólica, entre otras.

Para conseguir estos retos a nivel mundial, es esencial la gestión sostenible del agua y la agroindustria tanto en la Unión Europea como al otro lado del Atlántico, motivo por el que el Partido Popular Europeo, de mano de su vicepresidenta y eurodiputada, la española Dolors Montserrat, ha organizado para este próximo jueves una jornada titulada 'Energía, combustibles, agua y agroindustria: trazando rutas sostenibles entre Europa y América Latina hacia una economía climáticamente neutra', que abordará todos estos temas.

Esta iniciativa nace, según comenta Montserrat a El Debate, porque «el modelo medioambiental que la izquierda nos ha querido imponer ha fracasado». La catalana cree que el futuro de la agricultura en Europa y en América Latina no pasa por aumentar regulaciones, burocracia e impuestos, sino por invertir en innovación, competitividad y economía circular, ya que cualquier medida alternativa será «una sentencia de muerte contra un sector que es la base de nuestra vida».

–¿Qué importancia tiene la agricultura a día de hoy?

–La agricultura es la columna vertebral de nuestra cadena alimentaria, pero se ha criminalizado tanto a nuestros agricultores con la excusa de proteger el medio ambiente. Se les ha asfixiado tanto con trabas e impuestos y se han fijado objetivos tan imposibles de cumplir que, al final, la gente está huyendo y el campo se vacía. Y así no hay futuro.

–¿Qué podemos hacer para mejorar la sostenibilidad de la agricultura?

–Europa lleva décadas siendo un referente global en el diseño de políticas de innovación, y ahora comienza una nueva etapa basada en la innovación y la competitividad en la que el mundo rural también tiene que participar. Si queremos resolver el problema de la sequía, modernizar la industria y hacer que el campo siga siendo atractivo para los jóvenes, el único camino es apostar por innovación y tecnología. Por eso es tan importante compartir experiencias. Europa puede servir de inspiración para los países de América Latina, pero América Latina también puede enseñarnos cómo seguir creciendo. De eso trata esta jornada, precisamente.

Tenemos que ir en la misma dirección, y la presencia de grandes empresas y organismos como la ONU o la Comisión Europea en este foro es un primer paso importantísimo para sentar las bases de ese modelo fuera de nuestras fronteras.

–La competitividad es uno de los términos que más van a marcar la agenda europea en los próximos años.

–Europa lleva décadas siendo un ejemplo de libertades y derechos. Tenemos talento, conocimiento, experiencia y potencial económico de sobra para ponernos a la altura de las grandes potencias, y es hora de dar el siguiente paso. Pero también podemos aprender de otros países. En Brasil, por ejemplo, son pioneros en el uso de biocombustible para automóviles y aviones a partir de caña de azúcar. Un sector, por cierto, totalmente criminalizado por la izquierda. Y lo han conseguido con innovación y ayudas fiscales. Ahí está la clave. Ese es el camino.

El modelo que nos ha impuesto la izquierda era un sálvese quien pueda que significaba el cierre de miles de empresas y el despido de miles de trabajadores, y además no daba resultado. Ya basta de criminalizar al agricultor y de negarle oportunidades a los jóvenes. Hay que crear empleo y modernizar la industria y apostar por la competitividad y economía circular como motor en la lucha contra el cambio climático.

–¿Es compatible la sostenibilidad con la competitividad?

–Absolutamente, y en el Partido Popular llevamos años diciéndolo. Pero ser competitivos significa dar libertad a los trabajadores, no asfixiarlos con la excusa de protegerlos. El modelo energético de la izquierda es bonito en teoría, pero destructivo en la práctica. En España llevamos años de protestas de los agricultores y ganaderos, pero también del sector de la automoción, el sector sanitario. En lugar de flexibilizar, de simplificar, de fomentar la colaboración público-privada se ha hecho todo lo contrario: burocracia, ideología, normativa y prohibiciones... y así no se puede crecer. En el Partido Popular llevamos años diciendo que la sostenibilidad medioambiental es compatible con el crecimiento económico, y ahora se empieza a ver que ese planteamiento era el acertado. La agroindustria es un ejemplo claro de cómo podemos combinar ambas cosas y alcanzar un verdadero desarrollo que trascienda lo económico para llegar al desarrollo social.

–¿Cuál cree que es el enfoque que más preocupa a las regiones de Europa y América Latina?

Creo que Europa y América Latina tienen dos objetivos comunes que nos atañen a todos. Uno es la innovación. Innovación para ser competitivos. El otro es el futuro de los jóvenes. Se puede innovar y no dejar a nadie atrás, que es lo que no entiende la izquierda. Y eso es lo que vamos a llevar a este foro: un planteamiento basado en inversión e investigación para que el campo no muera, para que evolucione hacia otras formas de economía, para que retenga a las nuevas generaciones y no se pierdan las tradiciones, tan importantes para los agricultores.

Es fundamental entender la crisis como una oportunidad. Europa tiene el talento y el conocimiento, y América Latina tiene un potencial enorme para evolucionar, para desarrollar industria y crear riqueza. La agricultura de los próximos 30 años tiene que ser una historia de éxito, y podemos empezar a escribirla ahora.

Sobre el foro

A la pregunta de cuál es el objetivo la jornada que se celebrará este jueves, Montserrat responde que consiste en «unir experiencia y oportunidades» para liderar cambios que mejoren la economía y promuevan el crecimiento económico. Comenta que los agricultores son «los guardianes de la biodiversidad y el medio ambiente», por lo que cree que hay que tenerlos en cuenta y que el sector no debe limitarse a seguir siendo solo un proveedor de alimentos, sino un motor, y tiene que explotar ese potencial.

«Europa y las regiones de América Latina pueden trabajar conjuntamente en el diseño de biocombustibles para los sectores de la automoción y la aviación y apostar por la economía circular en el sector de la construcción, con el uso de nuevos materiales», explica la eurodiputada. Asimismo, la sequía es otro de los grandes desafíos que más le preocupa. Anota que la innovación tecnológica para un uso más eficiente del agua es clave si queremos frenar la desertificación que está acabando con el campo.

Montserrat propone que de esta primera jornada surja un grupo de trabajo que reúna a científicos, empresarios, expertos y políticos para que, entre todos, diseñen una hoja de ruta que permita avanzar en competitividad y economía circular sin perder de vista acuerdos internacionales como el de París. La agroindustria, expone, puede ser la puerta de entrada hacia un modelo global de crecimiento y oportunidades entre Europa y América Latina.