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Nubes desde un aviónPxhere

Marruecos sigue apostando por la siembra de nubes para luchar contra la sequía: ¿cómo afectará a España?

Expertos meteorológicos creen que este tipo de prácticas pueden tener consecuencias impredecibles para toda la región

L a sequía azota con dureza a nuestro país vecino, Marruecos, que lleva tiempo apostando por técnicas innovadoras para paliar esta situación. A pesar de las inundaciones que afectaron al sur del país y que se saldaron con al menos 10 muertos, son ya seis los años seguidos en los que las precipitaciones han sido muy escasas y, por ende, los embalses presentan un panorama desolador, situándose al 29 % de su capacidad.

Para atajar esta falta de agua, el reino tiene vigente un plan nacional de lucha contra la escasez, mediante el cual se llevan a cabo prácticas como la siembra de nubes. Este método surgió en Estados Unidos en los años 40 y consiste en alterar el clima mediante un bombardeo de las nubes con sustancias en el aire –normalmente yoduro de plata o hielo seco– que sirven como núcleos de condensación de nubes y que alteran los procesos dentro de la microfísica de las mismas. Para que funcione, es necesario que las nubes contengan agua líquida sobreenfriada, es decir, en estado líquido por debajo de cero grados centígrados. Mediante la introducción de una sustancia como el yoduro de plata, se logra condensar la humedad en gotas, produciendo la lluvia.

Según anuncia el medio Le360, vinculado a los servicios de inteligencia marroquíes, el gobierno del país sigue desarrollando ese programa de siembra de nubes para provocar precipitaciones, en el que ya ha invertido más de nueve millones de euros. El proyecto continúa su senda y se prevé que se extienda por varias regiones del país a lo largo de 2025, con la creación de varias instalaciones.

Esta ampliación aumentará los sitios de siembra artificial a 47, además de siete centros principales, tal y como informa el medio Al Ahdath Al Maghribia. El objetivo es que las lluvias aumenten en torno a un 20 %

El verano de 2023, Marruecos amplió a más regiones el programa «Al-Ghait» que ya estaba vigente en algunas zonas desde los años 80, cuyo objetivo es sembrar nubes que provoquen precipitaciones. Abdelfettah Sahibi, director general de la Meteorología Nacional, reveló que los resultados obtenidos a través de este programa fueron significativos, lo que lo impulsó a implementarlo en nuevas regiones.

Según datos de la Dirección General de Meteorología (DGM), la operación de siembra de nubes comienza con un cuidadoso monitoreo de las condiciones climáticas, desempeñando un papel clave en el proceso. Los expertos analizan con precisión una variedad de datos y pronósticos meteorológicos las 24 horas del día para determinar el momento óptimo para la siembra en el suelo y también para localizar las nubes que van a ser 'sembradas'. Los ingenieros que trabajan en el programa prosiguen sus investigaciones con el fin de evaluar y mejorar la eficacia de estas operaciones.

Posibles efectos en España

El medio marroquí también recoge un artículo publicado a finales de agosto por el portal meteorológico Eltiempo.es donde se explicaban las consecuencias que estas prácticas podían tener en España. En concreto, los expertos de esta web creen que la siembra de nubes puede tener efectos impredecibles para toda la región, incluyendo los territorios españoles de Ceuta y Melilla o incluso el sur de la Península.

Por un lado, las lluvias abundantes en áreas donde la geografía y el entorno no están acostumbrados a precipitaciones pueden causar inundaciones y escorrentías, lo que deteriora el suelo y acelera la erosión. Además, esta práctica puede modificar la humedad relativa en la atmósfera, lo que podría desencadenar sequías en zonas inesperadas o provocar lluvias intensas, ya que los efectos de la geoingeniería climática son actualmente impredecibles.

Según Eltiempo.es, la alteración del clima podría además aumentar la frecuencia de fenómenos meteorológicos extremos, como tormentas, rayos, granizadas e incluso tornados, según advierten algunos expertos.