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Imagen del río MisisipiBritannica

Preocupación por la sequía del Misisipi, un río del que dependen millones de personas en Norteamérica

El abastecimiento de agua potable está en peligro y los agricultores de la zona ven peligrar su actividad debido a que el río ejerce de autopista del comercio

Los territorios estadounidenses de Minesota, Wisconsin, Iowa, Misuri, Illinois, Kentucky, Tennessee, Arkansas, Misisipi y Luisiana tienen la fortuna de contar con el río más largo y caudaloso de Norteamérica, el Misisipi. 3.734 kilómetros de agua que recorren la parte este del país para desaguar en el golfo de México, cerca de Nueva Orleans.

Pero en esas zonas existe preocupación por la bajada del nivel del agua del río de un tiempo a esta parte, algo que no solo es un golpe al medio ambiente, sino también a la economía de la región, ya que cada año se transportan toneladas de cereales y cosechas por el río.

El Misisipi lleva menos agua por tercer año consecutivo a pesar de que hace apenas dos meses gran parte del mismo se encontraba por encima del nivel de inundación. Pero las escasas lluvias durante todo el verano en Ohio o Virginia Occidental han derivado en esta preocupante sequía.

Una escasez que pone en peligro a las poblaciones que atraviesa, ya que estas se abastecen de esa agua para el consumo humano, pero también para la agricultura y como principal vía de transporte. Según el Cuerpo de Ingenieros del Ejército de Estados Unidos, responsable de supervisar y garantizar la navegabilidad del río, estos bajos niveles se deben principalmente a la falta de lluvias y a las altas temperaturas persistentes durante largos periodos.

Michael Clay, jefe de la División de Hidráulica e Hidrología de la oficina del Cuerpo de Ingenieros en Memphis, comentaba en una rueda de prensa esta pasada semana que la sequía «está aumentando» y alcanzando ya récords históricos, y es que el nivel del río al sur de la ciudad de Cairo (Illinois) se encuentra ya a pocos pies de la marca de mínimo histórico alcanzada el año pasado.

Una autopista del comercio agrícola

Además de la importancia natural que tiene el mantenimiento del caudal del Misisipi, este río ejerce de autopista del comercio agrícola, ya que cerca del 92 % de las exportaciones agrícolas del país y el 78 % de las exportaciones mundiales de granos forrajeros se transportan a través de esta vía.

Una de las consecuencias del bajo nivel del agua es que las barcazas que transportan este tipo de mercancía han tenido que reducir su nivel de carga, lo cual aumenta los costes del traslado y acarrean demoras. ¿Los grandes perjudicados? Los agricultores, que ya han visto en otras ocasiones similares que la demanda de transporte supera a la oferta disponible y sus productos terminan siendo rechazados al ser imposibles de trasladar.

Los envíos de petróleo crudo y productos derivados, como la gasolina y el diésel, también podrían verse afectados. No obstante, el volumen de crudo transportado por barcazas y buques cisterna ha disminuido en la última década gracias a la expansión de los oleoductos.

Pero algo tan básico como el suministro de agua potable también se encuentra bajo amenaza. Los bajos niveles reducen la capacidad del río para evitar que el agua salada del Golfo de México avance río arriba y contamine las fuentes de agua de las ciudades en el sureste de Luisiana. Para hacer frente a este problema, el Cuerpo de Ingenieros del Ejército planea construir una barrera submarina por tercer año consecutivo.

Aunque a corto plazo no se esperan lluvias, los habitantes de esta región estadounidense confían en que el otoño traiga precipitaciones que puedan disminuir esta situación de sequía que afecta al río y que se restablezca la actividad normal tanto en el transporte de mercancías como en el suministro de agua potable.