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Imagen del proyecto desde dentro

Imagen del proyecto desde dentroEmilio P. Doiztua

Dos arquitectos españoles crean en Harvard una solución para disminuir el calor en las ciudades

Este refugio climático consiste en un jardín vertical que se puede instalar fácilmente en las ciudades para facilitar un espacio público que atenúe el calor de verano y atraiga a los polinizadores

Muchas ciudades de todo el mundo se convierten en hervideros cuando llega el verano. Las altas temperaturas condicionan en muchos casos las vidas de residentes y visitantes y se intenta paliar con la instalación de arbolado o toldos, que mitigan levemente la sensación de calor.

Pero, ante la tendencia alcista de los valores térmicos estivales, los expertos buscan la forma de reducir estas temperaturas en las grandes urbes. Por ello, dos arquitectos españoles han diseñado una instalación temporal que podría servir para solucionar este problema.

La idea ha sido ejecutada por Belinda Tato, profesora asociada en Arquitectura paisajística en la Harvard Graduate School of Design, y José Luis Vallejo con su estudio Ecosistema Urbano. El proyecto, llamado Polinature, ha estado instalado en el campus de la Universidad de Harvard desde mediados de agosto hasta mediados de septiembre, y consiste en una construcción andamiada de forma hexagonal recubierta de macetas y dos tipos de burbujas, unas que generan viento y otras que dan sombra.

Imagen del refugio climático

Imagen del refugio climáticoPolinature

Se trata de un kit «fácil de montar» que sostiene un jardín vertical de plantas autóctonas que, además de crear un oasis climático en medio de la ciudad en cuestión, atrae a los polinizadores, y es que cada vez están más ausentes en entornos urbanos debido al efecto isla de calor, además de por el uso de pesticidas.

«Polinature ha sido diseñada como una solución temporal de bajo coste y baja tecnología para brindar confort climático a las áreas urbanas que actualmente carecen de él», comenta Tato. Es fruto de más de 20 años de investigación sobre cómo los diseñadores pueden abordar de manera efectiva los efectos del calor en las áreas urbanas.

Según ha explicado Vallejo, el diseño cuenta con unos sensores que miden la humedad, la temperatura, la radiación solar, la velocidad del viento y la calidad del aire. Con ello se activan las burbujas que hemos mencionado anteriormente, con lo que se crea una corriente de aire que reduce la sensación de calor.

Los ventiladores que hinchan las burbujas y la luz que se enciende por las noches no contaminan, y es que la estructura cuenta con unos paneles fotovoltaicos en lo alto, lo que la hace autosuficiente. Según sus impulsores, si nos situamos en el interior de esta construcción se podría reducir hasta en cinco grados la temperatura del exterior.

Punto de reunión

Desde la página web del proyecto se defiende que Polinature es un espacio que crea condiciones que permiten que la gente se reúna cómodamente, estimulando así el diálogo y la acción entre los ciudadanos. Además, indican que puede adaptarse a distintas tipologías de espacio cambiando un elemento del kit de piezas por una versión sostenible y fácilmente disponible en el lugar.

Por otro lado, sus creadores añaden que los dibujos técnicos y el kit de piezas se harán «de código abierto» para que las personas de todo el mundo «que deseen combatir el cambio climático en sus ciudades puedan crear sus propias polinatures».

La idea se ha financiado en su mayoría por el Instituto Salata para el Clima y la Sostenibilidad de Harvard, a través de su Fondo de Soluciones al Cambio Climático, con un presupuesto de aproximadamente 143.000 dólares. Estos fondos cubrieron diversos aspectos del proyecto, incluyendo investigación, ingeniería, simulaciones experimentales, procesos de construcción, materiales vegetales, andamios y componentes de cubierta.

Además, el proyecto requirió la fabricación de estructuras inflables, mantenimiento de viveros, creación de paisajes, bolsas de cultivo enriquecidas con nutrientes, instalación de paneles solares, sensores y la obtención de permisos de construcción, entre otros. También se desarrolló un sitio web, el cual se nutre de los datos recogidos por el sistema de sensores.

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