Comienza la COP16 en Colombia con el llamamiento a una «inversión significativa» por la biodiversidad
Los delegados enfrentan una carrera contrarreloj, ya que quedan solo cinco años para cumplir con la meta de proteger el 30 % de las áreas terrestres y marinas para 2030
Este lunes da inicio en Colombia la 16ª edición de la mayor conferencia mundial sobre protección de la naturaleza, con los países participantes bajo presión por parte del secretario general de la ONU, quien les ha instado a «pasar de las palabras a los hechos» y aumentar el financiamiento destinado a frenar la pérdida de biodiversidad.
En la apertura de la COP16, celebrada el día anterior, António Guterres hizo un llamado a las partes para que realicen una «inversión significativa» en el Fondo Marco Mundial para la Biodiversidad (GBFF), creado el año pasado. Asimismo, urgió a movilizar recursos tanto públicos como privados para su financiación.
«Quienes se benefician de la naturaleza deben también contribuir a su protección y restauración», expresó Guterres en un mensaje de video dirigido a los delegados reunidos en Cali, ciudad del suroeste colombiano, que se encuentra en alerta máxima debido a amenazas de un grupo guerrillero.
El GBFF fue creado con el objetivo de ayudar a los países a cumplir las metas del Marco Global de Biodiversidad de Kunming-Montreal, adoptado en la COP15 en Canadá en 2022. Este marco establece 23 objetivos clave para detener y revertir la pérdida de biodiversidad de aquí a 2030.
Hasta el momento, los países han comprometido cerca de 250 millones de dólares al fondo, según las agencias responsables del proceso. Sin embargo, estas aportaciones son parte de un acuerdo mayor, que busca movilizar al menos 200.000 millones de dólares anuales hasta 2030, incluyendo 20.000 millones anuales de los países ricos hacia los países en desarrollo hasta 2025.
Guterres enfatizó que la degradación ambiental exacerba conflictos, hambre, enfermedades, pobreza y reduce el PIB. Añadió que «un colapso de los servicios ecosistémicos, como la polinización o el agua limpia, podría costar a la economía global billones de dólares al año, siendo los más pobres los más afectados».
«Paz con la naturaleza»
Unos 12.000 delegados de casi 200 países, entre ellos una docena de jefes de Estado y 140 ministros, se darán cita en esta cumbre que se extiende hasta el 1 de noviembre. Con el lema «Paz con la naturaleza», el encuentro se enfrenta al reto de diseñar mecanismos de seguimiento y financiación que garanticen el cumplimiento de los objetivos establecidos por la ONU.
No obstante, la cumbre está bajo la sombra de tensiones internas en Colombia, ya que el Estado Mayor Central (EMC), la principal facción disidente de las FARC, ha amenazado con boicotear el evento. Esto ocurre en medio de un conflicto armado de seis décadas que ha dejado más de 9 millones de víctimas.
El domingo, el ejército colombiano detuvo a tres personas en la carretera entre Cali y Popayán, tras descubrir un «retén ilegal» del frente Dagoberto Ramos, parte del EMC, en posesión de armas y explosivos.
Estas tensiones se dan una semana después de que el presidente colombiano, Gustavo Petro, ordenara una intervención militar en el Cañón del Micay, un bastión del EMC en el departamento de Cauca. En respuesta, en Cali se han desplegado 11.000 policías y soldados, con apoyo de la seguridad de la ONU y Estados Unidos.
Cuenta regresiva
Los delegados enfrentan una carrera contrarreloj, ya que quedan solo cinco años para cumplir con la meta de proteger el 30 % de las áreas terrestres y marinas para 2030. La Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), que monitorea la Lista Roja de especies en peligro, advierte que más de una cuarta parte de las especies evaluadas están en riesgo de extinción.
Al asumir la presidencia de la COP, la ministra colombiana de Ambiente, Susana Muhamad, subrayó que la idea de «paz con la naturaleza» requiere un «cambio conceptual en nuestros valores». «La naturaleza no es solo un recurso, es la fibra de la vida que también nos hace posibles», afirmó.
Colombia, uno de los países más biodiversos del mundo, ha hecho de la protección ambiental una prioridad bajo el liderazgo de Petro, quien durante su discurso de apertura el domingo, abogó por «nuevos modos de producción» y una visión de la riqueza basada en «energías limpias» en lugar de los combustibles fósiles.
El gobierno colombiano también busca dar un papel relevante a los pueblos indígenas, muchos de los cuales han sido víctimas de la violencia armada, en los debates de la conferencia.