Qué es el amoniaco renovable y por qué es clave para el futuro
Reducir las emisiones de gases de efecto invernadero a la atmósfera es una de las obligaciones que vienen tanto de la Unión Europea como de la firma de acuerdos como el de París de 2015, donde 196 países acordaron limitar el calentamiento global a 1,5 grados centígrados.
Para ello, los diferentes gobiernos llevan años tomando medidas para descarbonizar todas las actividades y buscando para ello alternativas más sostenibles. La apuesta por las energías renovables y la investigación para llevar a cabo nuevos combustibles son algunas de las opciones vigentes.
Por ello, los expertos demandan más atención para el llamado amoniaco renovable o amoniaco verde, que no es más que la versión no contaminante del amoniaco (NH3) convencional —también llamado amoniaco gris—, que tradicionalmente se produce a partir de gas natural, emitiendo dos toneladas de CO₂ por cada tonelada de amoniaco producido.
Este compuesto químico lo utiliza la industria como materia prima en diferentes procesos de producción, como de fertilizantes agrícolas, o de una variedad de productos químicos, como ácido nítrico, fibras sintéticas, explosivos, tintes y productos farmacéuticos.
Con la implantación del amoniaco verde que supone la sustitución del gas natural en el proceso de producción se espera que podrá ser utilizado para otros usos adicionales. Para producirlo, según explican desde Iberdrola, es necesario un proceso de electrólisis del agua, es decir, se descompone el agua en hidrógeno y oxígeno, empleando energía eléctrica generada a partir de fuentes renovables. Luego, el hidrógeno se combina con nitrógeno del aire en el proceso de síntesis de Haber-Bosch, que emplea alta presión, temperatura y un catalizador. Así, se produce amoniaco verde a partir de hidrógeno y nitrógeno atmosférico.
Según la Asociación Española del Amoniaco Renovable (AEAR), su papel puede ser clave para integrar mayores cuotas de generación renovable y permitir, a través de la creación de corredores verdes de transporte de amoniaco, que España exporte este producto renovable a países del norte de Europa. Además, subrayan el papel que el amoniaco renovable puede jugar para descarbonizar la industria que actualmente demanda este producto.
España, al contar con una gran capacidad de generación eléctrica renovable, puede desarrollar un sector productor de amoniaco verde con gran potencial exportador. Además, la ubicación estratégica de los puertos españoles los convierte en puntos clave para la distribución suministro, almacenamiento y exportación de este producto a través de corredores verdes, utilizando incluso barcos que usen este combustible renovable.
Posibles nuevos usos
El amoniaco renovable representa una gran oportunidad para impulsar el crecimiento industrial en España y consolidarse como actor fundamental en la transición energética. Pero también podría impulsar nuevos usos de este compuesto químico, como ser combustible para buques, jugando así un papel relevante en la descarbonización del sector marítimo.
Asimismo, podría utilizarse en calderas, turbinas o motores para generar calor y electricidad, reduciendo las emisiones de gases de efecto invernadero. También se presenta como una alternativa para almacenar y transportar este hidrógeno. Pero lo más destacable es que la producción de amoniaco verde reduciría el 1,3% de las emisiones globales de dióxido de carbono actualmente atribuibles a la producción de amoniaco, una cifra destacable que ayudará a cumplir ese objetivo al que quieren llegar los países.