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Mapa de los efectos de La NiñaClimate Reanalyzer

2025 trae de vuelta a La Niña: ¿cómo afecta este fenómeno a la meteorología?

Según el Centro de Predicción Climática, este fenómeno comenzó el pasado mes de diciembre

Los últimos años climáticos han estado marcados por la presencia del fenómeno El Niño, que se trata de la fase cálida de un fenómeno recurrente y natural en el océano Pacífico tropical. Este ha sido, entre otros factores, el responsable de que las temperaturas a nivel global hayan marcado récords. La Organización Meteorológica Mundial (OMM) confirmó que 2024 fue el año más cálido desde que hay registros al superar en cerca de 1,55 °C los niveles preindustriales.

No obstante, el panorama podría cambiar en este 2025. Desde mediados del año pasado, los expertos apuntaban a que se iba a producir la reaparición de La Niña algo que, según el Centro de Predicción Climática, ya ha ocurrido en el pasado mes de diciembre.

Según los pronósticos, este fenómeno se mantendrá de manera débil durante todo el invierno y, siguiendo las previsiones de la Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica de EE. UU. (NOAA), existe un 59 % de probabilidad de que La Niña persista entre febrero y abril y un 60 % de probabilidad de que regrese a condiciones neutras entre marzo y mayo.

Y esto, ¿cómo afectará al tiempo? Según explica Mario Picazo en el portal meteorológico Eltiempo.es, La Niña es un fenómeno climático caracterizado por el enfriamiento a gran escala de las temperaturas de la superficie del océano en la región central y oriental del Pacífico ecuatorial. Este enfriamiento se asocia con alteraciones en la circulación atmosférica tropical, incluyendo cambios en los vientos, la presión y las precipitaciones. En general, La Niña genera efectos climáticos opuestos a los de El Niño, especialmente en las zonas tropicales.

El impacto de La Niña suele ser más notable en el hemisferio norte durante el invierno. En este período, la corriente en chorro o la trayectoria de las borrascas tiende a desplazarse hacia el norte, lo que provoca un clima más frío y húmedo en el oeste de Canadá, así como en el noroeste y noreste de Estados Unidos. Por el contrario, las regiones del sur de Estados Unidos cercanas al Golfo de México experimentan temperaturas más cálidas y condiciones más secas.

Tal y como aclara el meteorólogo Francisco Martín, La Niña es básicamente un acoplamiento entre el océano y la atmósfera. «Aparte de aparecer anomalías frías de la temperatura del agua del mar, los vientos alisios que van desde el Perú hasta Australia se intensifican considerablemente», comenta. Además, aparecen estructuras de precipitaciones anómalas en la parte de Australia y secas en las zonas del Perú. «Estos tres elementos condicionan cuándo La Niña se dispara y condicionan los patrones meteorológicos en amplias zonas del mundo», relata Martín.

Predicciones cambiantes

Desde el portal Meteored añaden que las previsiones iniciales sobre La Niña para 2024 han experimentado cambios significativos desde que se mencionaron por primera vez a principios de ese año. En aquel entonces, los modelos proyectaban un rápido enfriamiento de las aguas oceánicas, anticipando una Niña temprana y posiblemente de gran intensidad.

En marzo de 2024, recuerdan, las probabilidades de que el fenómeno se desarrollara entre julio y agosto eran similares a las actuales (alrededor del 60 %). Sin embargo, esta predicción no se concretó. A medida que avanzó el año, los modelos fueron ajustando sus proyecciones hacia un enfriamiento más moderado, y algunos incluso dejaron de prever la formación del fenómeno.

Ante esta coyuntura, surge la pregunta: ¿son las condiciones actuales y la confianza en los modelos suficientes para declarar oficialmente La Niña? Organismos como la Oficina Australiana de Meteorología (BOM) consideran que no. Aunque reconocen que varios indicadores han alcanzado recientemente los parámetros característicos de La Niña, señalan que estas señales no se han sostenido el tiempo necesario ni han mostrado la intensidad suficiente para ser reconocidas formalmente como tal. No obstante, la BOM no descarta completamente que La Niña pueda establecerse más adelante, aunque esto implicaría un retraso sin precedentes en su desarrollo.