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El personal de bomberos responde a las casas destruidas mientras un helicóptero arroja agua mientras el incendio Palisades crece en Pacific Palisades, California

Los bomberos atiende a las casas destruidas mientras un helicóptero arroja agua en Pacific Palisades, CaliforniaAFP

¿Por qué hay tantos incendios en California? El clima y la acción humana, grandes culpables

El fuego declarado esta semana deja ya varios muertos y heridos y ha provocado la evacuación de decenas de miles de personas en Los Ángeles

Los incendios en la costa oeste de Estados Unidos se han convertido en algo frecuente en los últimos años. En 2020 se quemaron más de 2,6 millones de hectáreas de tierra, arrasando miles de edificios y matando al menos a 40 personas en seis estados, California, Oregón, Colorado, Washington, Idaho y Utah.

Pero es California el territorio que se llevó la peor parte y que, recurrentemente, vuelve a experimentar este tipo de incidentes. Es precisamente lo que está ocurriendo estos días en el estado occidental, lo que ha obligado a la evacuación de cerca de 100.000 personas en la ciudad de Los Ángeles y se ha cobrado ya la vida de, al menos, cinco personas, además de sumar varios heridos, según el jefe de bomberos. La ciudad, con 3,8 millones de habitantes, ha declarado ya el estado de emergencia debido a la rápida propagación del fuego.

Y esto lleva a la pregunta de por qué se producen tantos incendios en esa zona del país norteamericano. Los factores son varios, pero destacan tres: las condiciones climáticas, la orografía y la acción del hombre. En primer lugar, el clima ejerce un papel muy importante desde que se tienen datos, y es que antes del año 1.800 los fuegos forestales ya consumían entre 1,8 y 4,8 millones de hectáreas.

California obtiene la gran parte de su humedad en otoño e invierno, pero durante la primavera y el verano las altas temperaturas y la escasez de lluvias hacen que la vegetación se vaya secando lentamente. Esta actúa de combustible ante la más mínima chispa y favorece su rápida expansión.

Su clima es idóneo para la propagación de los incendios y los expertos aseguran que el cambio del mismo incrementará asimismo este riesgo con el paso de los años, ya que los veranos son cada vez más secos y las temperaturas alcanzan valores más altos que en el pasado. Según explica Virginia Iglesias, investigadora de la Universidad de Colorado Boulder, en The Conversation, en el oeste de Estados Unidos «la aridez asociada al cambio climático ha duplicado la cantidad de bosques quemados desde 1984».

Esta imagen difundida por la Agencia Espacial Europea (ESA) el 8 de enero de 2025 muestra el humo que se eleva al norte del área de Santa Mónica

Esta imagen difundida por la ESA el 8 de enero muestra el humo que se eleva al norte del área de Santa MónicaAFP

La mano del hombre

Aunque los rayos pueden provocar incendios forestales, la mayoría de ellos en Estados Unidos están causados por personas. Según el National Interagency Fire Center (NIFC), entre 2014 y 2023, se documentaron más de 550.000 incendios provocados por humanos, mientras que solo 70.000 fueron ocasionados por rayos. Eso significa que los humanos causan aproximadamente ocho veces más incendios que los rayos.

Gran parte de ellos son provocados por pirómanos o por personas que quieren que se queme el terreno por algún motivo personal o económico. Pero también pueden ser consecuencia de alguna imprudencia, como la realización de barbacoas, por dejar colillas mal apagadas o basura –como botellas de vidrio– que pueden contribuir a iniciar un fuego.

El hecho de que el entorno esté tan seco hace que la más mínima chispa pueda generar un incendio que se puede extender rápidamente. Si a esto le sumamos condiciones meteorológicas adversas, como un viento fuerte, las papeletas para que se propague de manera vertiginosa son muchas.

Para paliar esta situación, Carlos Madrigal Ladrón de Guevara, decano territorial de Madrid del Colegio Oficial de Ingenieros Técnicos Forestales, explica a El Debate que la concienciación ciudadana es esencial, debido a que prácticamente «el 99 % de los incendios los provoca el ser humano». Asimismo, incide en que son necesarias unas buenas políticas forestales «para poder gestionar toda esa masa que crece sin control y sin ningún tipo de gestión».

Desde el Servicio Forestal de los Estados Unidos se han implementado ciertas medidas para evitar que se produzcan más incendios, como las quemas controladas, donde se prende fuego a zonas específicas para eliminar así la vegetación inflamable. De igual forma, se han limpiado los terrenos y creado barreras naturales para evitar que la propagación de los incendios sea tan sencilla.

Los vientos de Santa Ana

¿Y por qué muchos de estos incendios ocurren sobre todo en otoño e invierno? Principalmente por los llamados vientos de Santa Ana, fuertes ráfagas que se dan entre septiembre y abril. Estos vientos provocan que los incendios se propaguen hasta tres veces más rápido y ardan más cerca de las zonas urbanas.
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