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Lu Tolstova

Criptomonedas, ciudad sin ley

La falta de información de algunos inversores novatos multiplica las estafas en el mercado de las monedas digitales

En plena expansión del mercado de criptomonedas, las estafas y las apuestas especulativas se multiplican, con criptoactivos de temática canina o una moneda inspirada en la serie El juego del calamar que terminó siendo una estafa en la que se evaporaron millones de dólares.

Gary Gensler, dirigente del regulador de mercados estadounidense comparó la situación con los tiempos del Far West, cuando en el Lejano Oeste no había ley.

Martha Reyes, que dirige la rama de investigación en la plataforma de intercambios de criptomonedas Bequant, reconoce que «cualquier equipo de programadores puede crear una aplicación y emitir un criptoactivo».

El Squidcoin ilustra el peligro de la moneda virtual para los inversores imprudentes: esta criptomoneda, inspirada en la serie de El juego del calamar pero creada por anónimos sin conexión alguna con esa producción, experimentó un éxito fulminante a finales de octubre. 

Algunas estimaciones señalaron que su valor de mercado superó los 30 millones de dólares, pero los inversores vieron como todo desaparecía cuando los creadores se largaron con todos los beneficios. 

A este tipo de estafa se la denomina rug pull («tirar de la manta») y es «uno de los numerosos medios por los que los inversores particulares inocentes se ven engatusados con la promesa de elevadas ganancias», explica Eswar Prasad, economista de la Universidad de Cronell en Estados Unidos.

Ambición sin conocimiento

El vertiginoso desarrollo del mercado de las criptomonedas, que supera los tres billones de dólares de valor, seduce a muchos inversores desinformados.

«El rápido crecimiento de las finanzas descentralizadas y la ambición de los inversores han creado el ambiente perfecto para las rug pull», advierte Kim Grauer, a cargo de las investigación del gabinete Chainalysis.

En Francia, Romain Chily, abogado del gabinete ORWL especializado en criptomonedas, dice que cada vez se ven más casos de fraude en este sector.

Según él, las finanzas descentralizadas ofrecen «muchos productos que funcionan bastante bien, pero para inversores informados» y aconseja tener cuidado porque, en caso de problemas, «las probabilidades de recuperar los fondos son extremadamente escasas».

Los «memecoins»

Incluso en plataformas reguladas, la seriedad de algunos proyectos genera dudas. Se han disparado los precios de dos criptomonedas de temática canina, el dogecoin y el Shiba Inu, creados como una broma en 2013 y en 2020 respectivamente.

Este tipo de criptomonedas reciben el nombre de memecoins y son particularmente volátiles.

Los expertos recuerdan que es importante tomarse el tiempo de informarse y hacerse preguntas antes de invertir: «¿Entiendes qué hace este proyecto? ¿Tiene aspecto sospechoso? Si lo tiene, es que probablemente lo sea».

El bitcoin, en máximos

A pesar de estas operaciones dudosas, el Bitcoin sigue aumentando su capitalización y ha vuelto a alcanzar un nuevo récord al llegar a los 68.530 dólares. 

El anterior máximo llegó hace algunas semanas, pero derivó en caídas al aparecer una nueva criptomoneda. Bitcoin es sinónimo de volatilidad, pese a ello, los inversores apuestan por este valor frente a la inflación y como alternativa al oro y los bonos. 

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