Cinco claves a tener en cuenta antes de comprar un ordenador portátil

Comprar un ordenador portátil es una decisión importante. La vuelta al cole o una nueva etapa profesional son un buen momento para comprar un nuevo modelo, pero el mercado ofrece tanta variedad que es complicado elegir. La primera decisión siempre es difícil: ¿un MacBook u otro modelo con Windows?.

Memoria RAM: la clave del rendimiento

La memoria RAM (Random Access Memory) es uno de los componentes más cruciales en un ordenador portátil. Es responsable de manejar múltiples tareas a la vez, como abrir varias aplicaciones, navegar por internet y editar documentos simultáneamente. Si la RAM es insuficiente, el rendimiento del portátil se verá comprometido a medio plazo con lentitud en el uso que puede llevar a la desesperación del usuario.

Los ordenadores de Apple han mejorado este apartado con su chip M, pero la memoria RAM puede quedarse corta con 8GB y ya se rumorea que los próximos MacBook podrían montar 16Gb de base.

Recomendación: para un uso general, 8 GB de RAM es lo mínimo aceptable, pero si se planea realizar tareas más intensivas como edición de video o jugar videojuegos, hay que considerar un mínimo de 16 GB o más, aunque se pague algo más.

Procesador: el cerebro del portátil

El procesador es otro componente vital, ya que determina la velocidad y la eficiencia con la que se ejecutan las tareas. Los procesadores más comunes en el mercado son los Intel Core i3, i5, i7 y los AMD Ryzen, cada uno con diferentes niveles de rendimiento.

Recomendación: para usuarios que solo necesitan realizar tareas básicas, un Intel Core i3 o un AMD Ryzen 3 puede ser suficiente. Sin embargo, para aquellos que requieren mayor potencia, como para edición de video o multitareas avanzadas, un Intel Core i5 o i7, o un AMD Ryzen 5 o 7, son mejores opciones.

Almacenamiento: SSD vs. HDD

El tipo de almacenamiento afectará tanto la velocidad del portátil como la cantidad de datos que se pueden almacenar. Hoy en día, las unidades de estado sólido (SSD) han superado a las unidades de disco duro (HDD) en términos de velocidad y rendimiento.

Recomendación: es recomendable optar por un SSD si se busca una mayor velocidad de arranque y tiempos de carga rápidos. Un SSD de 256 GB es un buen punto de partida, pero si se necesita almacenar muchos archivos grandes, como videos o fotos de alta resolución, hay que valorar un SSD de 512 GB o complementar con un HDD.

La otra opción es escoger un almacenamiento estándar y contratar una nube para cargar archivos o fotos de manera que siempre estén a salvo si le ocurre algo al ordenador.

Pantalla: tamaño y resolución

La pantalla es el componente con el que más se interactúa, por lo que es importante elegir una que se ajuste a las necesidades. El tamaño y la resolución son factores clave.

Recomendación: si se busca portabilidad, un portátil con pantalla de 13 a 14 pulgadas es ideal. Para aquellos que trabajan con gráficos o necesitan más espacio de pantalla, una pantalla de 15 a 17 pulgadas con resolución Full HD (1920 x 1080) o superior es recomendable.

A menor tamaño, la pantalla suele tener menor resolución y, por lo tanto, abaratar el precio del portátil. También existe la opción de conectar el ordenador a una pantalla externa y utilizarlo con dos pantallas o solo con la externa que puede ser de hasta 32 pulgadas, aunque es recomendable conocer la compatibilidad con el portátil.

Duración de la batería

La duración de la batería es crucial, especialmente si se planea usar el portátil en movimiento y evitar estar buscando un enchufe constantemente.

Recomendación: buscar un portátil con al menos 8 horas de autonomía según las especificaciones del fabricante. La duración real puede variar según el uso, así que siempre es mejor optar por modelos con buena reputación en este aspecto.