El «sin sal» se va a acabar: llega la cuchara inteligente que revolucionará el sabor de las comidas
El dispositivo, de momento a la venta en China, permite ajustar el nivel de «salinidad» con cuatro configuraciones diferentes
En el marco del CES 2025, una de las ferias tecnológicas más importantes del mundo, se ha presentado un dispositivo que podría transformar la forma en que disfrutamos de los alimentos: la cuchara eléctrica de sal. Este curioso gadget, desarrollado por la empresa japonesa Kirin, utiliza una corriente eléctrica débil para estimular las papilas gustativas y aumentar la percepción de sabor salado, reduciendo la necesidad de agregar sal a las comidas.
Aunque todavía se encuentra en una fase de prototipo, la cuchara inteligente está diseñada para platos líquidos como caldos, sopas y guisos. Su funcionamiento se basa en la generación de una corriente eléctrica ligera que interactúa con la lengua, intensificando el sabor salado sin necesidad de añadir sodio.
Ajuste de nivel
El dispositivo permite ajustar el nivel de «salinidad» con cuatro configuraciones diferentes, que varían la intensidad de la corriente eléctrica. Esto permite personalizar la experiencia de acuerdo con las preferencias de cada usuario.
Los primeros usuarios han descrito la sensación como un leve cosquilleo al final de cada degustación, acompañado de un evidente incremento en la percepción del sabor salado. Aunque la experiencia de electrificar la lengua puede parecer extraña al principio, muchos ven en esta tecnología una alternativa para cuidar la salud sin renunciar al sabor.
La cuchara inteligente de sal está disponible en Japón a un precio aproximado de 100 dólares. Kirin ha anunciado su intención de expandir la distribución a otros mercados en un futuro cercano.
Este dispositivo podría ser especialmente útil para personas con restricciones dietéticas, como aquellas con hipertensión o problemas renales, que buscan formas de reducir su consumo de sodio sin comprometer el placer de disfrutar sus comidas.
La cuchara eléctrica de sal es otro ingenio tecnológico aplicado al bienestar, y su impacto en la salud podría ser importante en los próximos años.