La doble moral de Bustinduy en X: de atacar al PP en 2017 a pedir a Bruselas que las redes no sean «armas políticas»
El ministro se sube al carro de la izquierda crítica con la decisión de Meta sobre la verificación de contenidos, pero en el pasado, y como diputado, hizo lo mismo
El ministro de Derechos Sociales, Consumo y Agenda 2030, Pablo Bustinduy, comunicó a la Comisión Europea la necesidad de que la UE «reaccione» para defender su democracia y conseguir que las redes sociales no se conviertan en las «armas políticas» de «ningún magnate».
«La soberanía digital de Europa es tan importante como su soberanía territorial y la democracia europea no puede estar supeditada a los intereses de ningún magnate, sea Elon Musk, sea Mark Zuckerberg o sea cualquier otra gran empresa tecnológica», dijo en declaraciones a los medios.
Bustinduy fue protagonista en 2017 de un polémico comentario en X sobre el gasto en Defensa del PP
Bustinduy fue protagonista en 2017 de un polémico comentario en X sobre el gasto en Defensa del PP y aseguró que «18 mil millones en gasto militar. 4 veces el gasto en Sanidad. 9 veces el de Educación. 15 veces el de Dependencia. Patriotas de lo suyo». En ese año, el ahora ministro era miembro de Podemos y diputado en las Cortes Generales por Madrid, cargo que ejerció desde enero de 2016 a mayo de 2019. El político de extrema izquierda sí que optó entonces por utilizar esta red social como arma política contra el PP. Ahora ruega a Bruselas que haga algo en contra de una decisión muy criticada por la izquierda de todo el mundo.
El ministro español transmitió este mensaje en sus reuniones con la vicepresidenta del Ejecutivo comunitario de Derechos Sociales y Empleo, Roxana Mînzatu y los comisarios de Democracia, Justicia y Protección de los Consumidores, Michael McGrath, y la comisaria de Gestión de Crisis e Igualdad, Hadja Lahbib.
Las quejas de Bustinduy
«No puede ser que los caprichos o los intereses de un magnate o de una empresa tecnológica determinen la capacidad de que tengamos un debate público y una esfera pública que funcione como debe funcionar en una democracia», reflexionó.
Bustinduy señaló que es «absolutamente esencial» que la UE «reaccione para defender sus instituciones y su democracia» y defendió que las democracias europeas solo podrán afrontar estas «grandes amenazas» a través de la ampliación de derechos sociales, la prosperidad compartida, el Estado del bienestar y la cohesión social.
A su juicio, la reacción de la UE «pasa también por asegurarse de que las redes sociales no se convierten en políticas al servicio de los intereses particulares o de intentos de injerencia descarados en las elecciones europeas».
Bustinduy argumentó que la UE tiene que poder aplicar las normas de las que se ha dotado en este ámbito
«No basta con escandalizarse, no basta sencillamente con denunciar estos comportamientos. Hay que reaccionar regulando nuestra esfera digital», afirmó, para después subrayar que esta esfera pública debe mantener «unas condiciones de neutralidad y de cumplimiento de la legalidad».
Llamada de atención
El ministro español de Derechos Sociales argumentó que la UE tiene que poder aplicar las normas de las que se ha dotado en este ámbito - como las leyes de servicios digitales y de mercados digitales - pero además es «evidente» que existen «lagunas» en la regulación de la esfera digital, por ejemplo, en lo respectivo a los derechos de los consumidores.
En este sentido, los acontecimientos de las últimas semanas son, a su juicio, una «gran llamada de atención» para que las democracias europeas «reaccionen y se tomen este problema en serio», al tiempo que defendió que la «mejor manera» de hacerlo «no es escandalizarse» sino «profundizar en la agenda de garantía de derechos sociales y de libertades públicas».
«La principal manera de defender las democracias europeas frente a las amenazas que se multiplican es generando las condiciones de bienestar, estabilidad, prosperidad y cohesión social que han permitido que las democracias europeas tengan la fuerza que tienen», enfatizó.
«La mejor respuesta ante las amenazas de los grandes magnates, de los ultrarricos (...) es reafirmar el compromiso con la redistribución de la riqueza y con la justicia social en Europa», insistió.