¿Feliz con el precinto digital?

Embriagados de éxito se encontraban los artífices de esta locura, cuando conectaron vía telemática con los presidentes y titulares de cotos de CyL y las agencias cinegéticas y gestores que en algunos casos les representan, para anunciarles a bombo y platillo la buena nueva. Al otro lado de la línea, aplausos a raudales ante tanta sapiencia y buen hacer.

Cuando llevas casi un año enfrascado y trabajando tú sólo en algo tan «sencillo» y rodeado de aduladores y sin mirar a los lados, ni a nadie para los que estás regulando, pues para que más, el tío más diligente y preparado de la creación.

Todos sin remisión encantados, menos los cazadores que pagamos la fiesta y representamos la partida más importante de los presupuestos de miles de localidades, y somos los que regulamos las poblaciones contribuyendo a su bienestar y con nuestra actividad, aunque algunas televisiones no se lo crean, bajamos los accidentes de carretera y los daños de agricultores. Esta frase así bien redactada tendría que presidir las paredes del hall de las Conserjerías de medio ambiente de toda España. ¡Si dejáramos de cazar un año sólo!, la que se iba a liar. Estoy seguro qué cambiarían de caballo los políticos, y se darían cuenta de la importancia de la labor realizada. A la fecha los grandes olvidados de esta historia.

La App es la panacea señores, y habrá que usarla y darse de alta rápido, porque el papel con el QR y la trazabilidad y que era alternativa legal para los menos avezados con la técnica, ahora resulta que ya no lo va a ser. Genera trabajo y virtual responsabilidad a los titulares y presidentes de cotos, y por tanto nos impondrán no usarlos. Fuego amigo en toda regla.

Y al cazarlo dos fotos claritas de lado y de perfil, con las coordenadas de rigor para la autoridad competente

Los que han creado este sistema de control telemático, aunque parezca sorprendente, consideran que la masiva captura de datos no es nada invasiva de nuestra intimidad. El teléfono móvil no puede ser de los antiguos ni quedarse en el coche; ahora con la pila al cien por cien y al bolsillo en zonas con escasa cobertura y rezando para que funcione la App y uno además la entienda, a geolocalizarse cuando hayas tenido la fortuna de cazar un animal para decir cuándo y dónde estás, a la nube o incluso más arriba. Y al cazarlo dos fotos claritas de lado y de perfil, con las coordenadas de rigor para la autoridad competente, lo que a todas luces parece innecesario y un exceso de información que a nadie interesa. Decía mi abuelo que las fotos de los animales cazados no se enseñaban, que eran para uno mismo y sus recuerdos, y miren donde hemos acabado.

No quiero profundizar por el malestar que me produce todo esto, y que viene a sumarse al exceso de regulación que soportamos los ciudadanos y que en el caso de los cazadores se multiplica por mucho. Es un ataque frontal del administrador hacia el administrado, y en la que de forma palmaria, se vulneran algunos de sus derechos civiles más elementales.

Pero adelante con los faroles, que aquí no pasa nada. Bueno sí que la Asociación del Corzo Español, de la que soy un orgulloso socio, y más sola que la una, va a recurrir la norma. Vox parece que también se está posicionando. Aunque a día de hoy no se lo crean y si la norma dura en el tiempo y no cambia, será cuestión de votos más que de cotos. Entonces el importante será el dueño de los recursos y su cliente y no somos pocos, y nos tienen muy cabreados. Menos mal que la temporada empieza en abril. Me veía con el kit de supervivencia para las 72 horas de doña Ursula.

• Alfonso Treviño Garnica es empresario y cazador