Resuelto el misterio de la enorme bola aparecida en una playa de Japón

Ni una bola de dragón, ni un huevo de dinosaurio ni un globo espía. La extraña esfera de un metro y medio de diámetro aparecida el pasado martes en una playa del sudeste de Japón no era más que el objeto más mundano que podría imaginarse: una boya submarina.

Pese a que se trataba de la explicación más sencilla de un primer vistazo, el hecho de que la Policía acordonase inmediatamente la zona tras recibir el aviso y procediese a inspeccionarlo bajo máxima precaución dio pábulo a todo tipo de teorías –algunas más serias y plausibles que otras– sobre su naturaleza.

Pero tras más de una semana en vilo, los amantes de las conspiraciones han visto finalmente truncadas sus expectativas después de que las autoridades hayan confirmado que el misterioso objeto era realmente una baliza, probablemente usada para anclar una embarcación o algún otro artefacto de peso.

Más allá de hipótesis rocambolescas, la teoría de la boya fue la que cobró mayor fuerza desde un primer momento entre los más escépticos. Tras descartarse que se tratara de algún tipo de explosivo al realizársele un escaneo de rayos X, la bola, que constaba de dos puntos de enganche en ambos polos, fue poco a poco perdiendo un interés mediático que concluye ahora tras resolverse el misterio.