Una nave espacial se graba a sí misma entrando en la Tierra desde el espacio
La NASA publica el vídeo por el aniversario de la misión Artemis 1
La NASA ha hecho público un vídeo de 25 minutos que muestra en primera persona el regreso a la Tierra de la cápsula Orion de Artemis 1, la misión no tripulada que orbitó la Luna hace justo un año, en diciembre de 2022.
Las imágenes fueron tomadas por una cámara instalada en la parte superior de la cápsula y reproducen el final del trayecto recorrido por la nave el 11 de diciembre del pasado año desde el espacio hasta el suelo a través de la atmósfera terrestre, tras un viaje de 25 días en el que recorrió 2,25 millones de kilómetros.
El vídeo –que puede ver en este enlace– comienza con la cápsula acercándose a nuestro planeta y mostrando al tiempo el vacío cósmico. Poco a poco, el vehículo se va aproximando a la atmósfera, hasta que el calor intenso por la fricción durante el reingreso a la atmósfera lo envuelve en llamas y uno de los módulos se separa y despliega los paracaídas hasta caer sobre el agua.
Artemis 1 amerizó cerca de la Isla Guadalupe frente a la costa de Baja California. Justo antes de la reentrada en la atmósfera, el módulo tripulable y el de servicio se separaron y solo el primero regresó a la Tierra, mientras que el otro se desintegró. Este procedimiento permitirá un reingreso seguro para futuras misiones Artemis, independientemente de cuándo y dónde regresen de la Luna, informa la NASA.
Orion ingresó a la atmósfera de nuestro planeta viajando a 40.000 kilómetros por hora y con temperaturas de aproximadamente 2.760 ºC, que soportó gracias al mayor escudo térmico jamás construido. La atmósfera inicialmente redujo la velocidad de la nave espacial a 523 km/h y luego los paracaídas redujeron la velocidad a medida que la nave descendió a través de la atmósfera de la Tierra.
El despliegue del paracaídas comenzó a una altitud de unos ocho kilómetros, con tres pequeños paracaídas que despojaron las cubiertas delanteras de la nave. Una vez separada la cubierta delantera de la nave, dos paracaídas flotantes redujeron la velocidad y estabilizaron al módulo de tripulación para el despliegue del paracaídas principal. A una altitud de menos de 3.000 metros y con una velocidad de la nave espacial de 210 km/h, tres paracaídas piloto levantaron y desplegaron los paracaídas principales. Esos paracaídas de 35 metros de diámetro de tela de nailon redujeron la velocidad del módulo de tripulación de Orión a una velocidad de amerizaje de solo unos 30 km/h.
Una vez en el agua, los equipos de rescate procedieron para recuperar la cápsula y todo el hardware posible desechado durante el aterrizaje, incluida la cubierta delantera de la nave y tres paracaídas principales.