Los españoles tienen más confianza en la ciencia que la media europea
Un estudio de la Fundación BBVA en 18 países refleja disparidad de percepción ciudadana respecto a las diversas áreas en las que los avances científicos podrían resultar útiles
Los españoles muestran un alto nivel de confianza en la ciencia para atajar problemas de salud, como el cáncer, el envejecimiento o las pandemias, pero sus expectativas son bajas respecto al potencial de la ciencia para combatir los problemas sociales, como la pobreza, la desigualdad o los conflictos bélicos.
Los datos se ponen de relieve en un estudio de opinión que ha realizado la Fundación BBVA en 18 países, que se ha dado a conocer este martes y que revela las elevadas esperanzas que los españoles tienen en algunas aplicaciones y tecnologías, como la energía solar, internet, la biotecnología o los supercomputadores.
Las expectativas frente a esas aplicaciones o tecnologías es muy superior a la que tienen frente a otras como la inteligencia artificial, la energía nuclear, el big data o la colonización y exploración espacial o el asentamiento humano fuera de la Tierra.
Por áreas
Los porcentajes más altos de confianza en la ciencia y la tecnología se depositan en el cáncer, ya que el 80 % de los españoles ha expresado su convicción de que la respuesta llegará desde la investigación, y las expectativas son muy elevadas en ámbitos como el envejecimiento con buena salud (el 78 % piensa que la ciencia ayudará «mucho o bastante»), en soluciones a la escasez de agua limpia (el 69 %), para luchar contra pandemias como la de la covid (el 72), o para luchar contra el calentamiento global (el 64 %).
A partir de ahí, las expectativas de los españoles frente a las capacidades que tendrán la ciencia y la tecnología de resolver otros problemas decae, y el solo el 56 % piensa que serán esenciales para resolver la escasez de alimentos; el 50 por ciento para afrontar la crisis o pérdida de biodiversidad; el 46 por ciento para luchar contra la pobreza; el 24 por ciento para combatir las desigualdades; o el 35 para frenar los conflictos bélicos.
Las modernas tecnologías más valoradas por los españoles, según se pone de relieve en el estudio que ha realizado la Fundación BBVA, son la energía solar (el 86 % cree que mejorará la calidad de vida), internet (el 81 %), la biotecnología (el 82 %) y los supercomputadores (el 75 % de los españoles piensa que su contribución será muy positiva).
Las expectativas, aunque algo menores, son también elevadas frente a otras tecnologías como la robótica, la nanotecnología, la exploración espacial o la ingeniería genética.
Países y resultados
El trabajo de campo se ha llevado a cabo en 15 países europeos, en Estados Unidos, Israel y Turquía, con 1.500 muestras en cada país entre personas mayores de edad, ha informado la Fundación BBVA.
En todos los países una amplia mayoría de los ciudadanos ha expresado su confianza en la ciencia como la fuente más veraz de conocimiento y en su potencial para hacer frente a los grandes desafíos del siglo XXI.
Las sociedades analizadas en el estudio tienen en común el interés por la ciencia, y los niveles más altos de ese interés y de información se registran en Estados Unidos y los más bajos en Turquía y en Israel.
El nivel de conocimiento científico se estimó en este trabajo preguntando por doce conceptos o nociones básicas, y los resultados reflejan diferencias significativas entre países, siendo mayor el nivel de conocimiento en el conjunto de Europa y en Estados Unidos y más bajo en Israel y Turquía.
En el caso de España, los ciudadanos se colocan ligeramente por debajo de la media europea, si bien la confianza de la población en la ciencia si se sitúa por encima (7,6 frente al 7,1).
Por su parte, el segmento de 'bajo nivel de conocimiento' es muy reducido en Europa y Estados Unidos, mientras que en Israel se multiplica por seis y en Turquía por alrededor de diez. En el otro extremo (nivel de conocimiento alto) se incluyen cerca de cuatro de cada diez europeos y estadounidenses, mientras que en Israel es la mitad y solo constituye un 11 por ciento en Turquía.