Las técnicas de Bill Gates para fortalecer la memoria basadas en la ciencia

La memoria, una habilidad que puede deteriorarse con la edad, ha sido objeto de reflexión para Bill Gates, fundador de Microsoft. Gates ha señalado que la memoria está estrechamente vinculada con la importancia que cada persona asigna a determinados temas. En su blog, GatesNotes, sugiere que actividades como leer libros, escuchar música y participar en diversas experiencias pueden ser claves para preservar y mejorar la memoria.

Gates también comparte técnicas para fortalecer la memoria que descubrió en el libro Caminata lunar con Einstein: el arte y la ciencia de recordarlo todo de Joshua Foer. Una de las técnicas recomendadas se basa en un antiguo método griego que consiste en imaginar una estructura con múltiples secciones para organizar los elementos a recordar, como una lista de compras o ingredientes para una receta.

Joshua Foer, al investigar el funcionamiento de la memoria, se involucró en un campeonato mundial de memoria. En estos concursos, los participantes logran memorizar el orden de una baraja de 52 cartas en minutos, demostrando que la memoria puede ser entrenada y perfeccionada.

Gates, al leer el libro, comprendió que la memoria no es estática y que, con las técnicas adecuadas, es posible mejorar la capacidad de recordar, incluso en áreas fuera del ámbito principal de conocimiento. Aunque Gates posee una «memoria fotográfica» para temas que le apasionan, como la ciencia y los negocios, admite que su capacidad para recordar detalles en otros campos, como el cine, es menos aguda.

Destaca que su memoria se fortalece en áreas de interés, como el desarrollo de software, donde recordaba cada línea del primer programa que escribió. Este enfoque subraya cómo la pasión y el interés pueden potenciar la memoria, facilitando el recuerdo de la información de manera más eficaz.

Para mejorar la memoria, se recomienda seguir estrategias basadas en evidencia científica. Mantener una dieta rica en antioxidantes, grasas saludables y vitaminas –a través de frutas, verduras, pescado, nueces y semillas– puede ser beneficioso. La actividad física también juega un papel crucial; el ejercicio aeróbico, como correr, caminar y nadar, favorece la salud cerebral y contribuye al crecimiento del hipocampo, una región clave para la memoria.

El sueño es fundamental para la consolidación de los recuerdos; los adultos deben procurar entre 7 y 9 horas de sueño por noche. Desafiar al cerebro con actividades como resolver rompecabezas, leer, aprender un nuevo idioma o tocar un instrumento también puede fortalecer la memoria. Técnicas como la visualización, la repetición espaciada y el uso de mnemotécnicas –como asociar conceptos con imágenes o crear acrónimos– facilitan el proceso de recordar información.

Implementar estas estrategias en la vida diaria puede llevar a una mejora significativa en la capacidad de recordar y procesar información, beneficiando no solo la memoria, sino también la salud cognitiva en general.