Un cohete para dos misiones: el ambicioso despegue de SpaceX para que el hombre vuelva a la Luna
En un envío doble, la compañía de Elon Musk lanzó dos módulos de aterrizaje lunar para empresas de Estados Unidos y Japón, con el objetivo de impulsar negocios en nuestro satélite
Un cohete Falcon 9 de Space X despegó este miércoles del Centro Espacial Kennedy en Florida con dos módulos de alunizaje construidos por empresas privadas de Estados Unidos y Japón. El cohete de la compañía de Elon Musk despegó con éxito en una nueva demostración de la cada vez mayor importancia del sector privado en la carrera espacial. Asimismo, este 2025 parece ser el año en el que la empresa del multimillonario lleve a cabo un mayor número de demostraciones y despegues, con el objetivo de volver a la Luna décadas después.
La empresa estadounidense Firely Aerospace, con su módulo Blue Ghost, y la nipona iSpace, con el Resilience, pretenden emular el éxito de Intuitive Machines, que el año pasado se convirtió en la primera firma privada en conseguir un alunizaje, algo bastante novedoso en el sector. De hecho, la compañía nipona ya fracasó en un intento de aterrizaje suave en el 2023, año en el que también se intentó con un Falcon 9 de Space X.
Actualmente, varias compañías emergentes estadounidenses están intentando replicar este logro bajo el programa experimental Commercial Lunar Payload Services (CLPS), de la NASA.
En lo que respecta a la misión estadounidense, las investigaciones científicas en este vuelo tienen como objetivo probar y demostrar la tecnología de perforación del subsuelo lunar, las capacidades de recolección de muestras de regolito, las posibilidades del sistema global de navegación por satélite, la computación tolerante a la radiación y los métodos de mitigación del polvo lunar.
Los datos capturados podrían beneficiar a los humanos en la Tierra al proporcionar información sobre cómo el clima espacial y otras fuerzas cósmicas afectan a la Tierra.
Hoja de ruta
Las dos naves espaciales tendrán distintos tiempos para alcanzar suelo lunar. Mientras la misión Blue Ghost pretende completar su viaje en los próximos 45 días, la misión japonesa estima aterrizar en el satélite en los próximos cuatro a cinco meses. En este caso, su destino será Mare Frigoris, al extremo norte de la Luna.
Allanar el regreso humano a la Luna
En lo que respecta a la misión de la empresa estadounidense, está previsto que se empleen instrumentos como el Regolith Adherence Characterization (RAC), que evaluará cómo el polvo lunar se adhiere a diferentes materiales. De conseguir estos datos, supondría información crucial para el diseño de futuros equipos y trajes espaciales. De igual manera, también va a bordo el Lunar Environment Heliospheric X-ray Imager (LEXI), que capturará imágenes de la interacción entre la magnetosfera terrestre y el viento solar, proporcionando datos valiosos sobre el clima espacial. Para conocer más detalles de la evolución térmica de la Luna se utilizará el Lunar Magnetotelluric Sounder (LMS), que estudiará campos eléctricos y magnéticos.
Otros instrumentos son el Lunar Instrumentation for Subsurface Thermal Exploration with Rapidity (LISTER), encargado de medir el flujo de calor desde el interior de la Luna.