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Pla-García, en la sede del Jet Propulsion Laboratory, centro dedicado a la construcción y operación de naves espaciales no tripuladas para la agencia espacial estadounidense NASA

Pla-García, en la sede del Jet Propulsion Laboratory, centro dedicado a la construcción y operación de naves espaciales no tripuladas para la agencia espacial estadounidense NASAJorge Pla-García

Entrevista | Jorge Plá-García, investigador del Centro de Astrobiología y Research Scientist

Un experto de la NASA desmonta la euforia de Trump y fija para 2044 la llegada a Marte: «Será ir, tocar y volver»

En los últimos días, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, revelaba sus planes espaciales en el inicio de su nueva legislatura. «Llevaremos nuestra bandera a horizontes nuevos y bonitos. Vamos a llegar a las estrellas, lanzando a los astronautas de nuestro país para que la bandera de las barras y las estrellas ondee sobre Marte», explicaba un Trump, que se mostró confiado ante la idea de que la bandera del país ondee en suelo marciano bajo su mandato. El entusiasmo del presidente se une al gran objetivo de su asesor Elon Musk, quien aspira a conquistar Marte en el año 2028.

Sin embargo, a pesar de la euforia desmedida, la realidad es que la llegada del ser humano a Marte dependerá de muchos factores. Más teniendo en cuenta que, por ejemplo, llevamos sin pisar la Luna desde el año 1972 con el Apolo 17.

Para intentar responder las dudas que han ido surgiendo tras el discurso de Trump, El Debate ha charlado con Jorge Plá-García (Madrid, 1980), uno de los mayores expertos sobre el planeta rojo y su climatología. Plá-García, quien es investigador del Centro de Astrobiología y Research Scientist del Space Science Institute en Boulder, en Colorado (EE.UU.) es uno de los operadores y analistas de las tres estaciones meteorológicas de la NASA en Marte, participando en cuatro misiones de la agencia estadounidense relacionadas con la atmósfera de este planeta.

–¿Qué opina del optimismo generado a partir de las declaraciones de Trump y Musk?

–Yo creo que tanto entusiasmo y expectativas son desmesurados. Es positivo que haya figuras públicas que visibilicen la exploración espacial, que atraigan interés y financiación, pero yo creo que hay que ser realistas. Llegar a Marte no depende únicamente de voluntad política o ambición empresarial. Esto supone enormes desafíos tanto científicos como tecnológicos. Es realmente complicado.

Marte debe ser la meta a largo plazo pero la Luna es el laboratorio perfecto para prepararnosJorge Plá-GarcíaExperto de la NASA sobre la meteorología de Marte

–Musk confirmó que los primeros vuelos tripulados a Marte serán en 2028. ¿Es realista este objetivo?

–Es extraordinariamente ambicioso por no decir imposible. Marte no es solo un destino lejano, sino un entorno muy hostil que requiere una planificación y una tecnología mucho más avanzada que la que tenemos ahora mismo. Yo creo que volver a la Luna es un paso necesario para probar todas las tecnologías, adquirir la experiencia en misiones tripuladas de larga duración. Marte debe ser la meta a largo plazo pero la Luna es el laboratorio perfecto para prepararnos.

–Más teniendo en cuenta que en la gran mayoría de lanzamientos suele haber problemas, como en la Starship de SpaceX de hace escasos días...

–Efectivamente, los fallos son parte del desarrollo tecnológico de la exploración espacial. Sobre todo para SpaceX. Su filosofía es de «falla rápido, aprende rápido»: Lanzar, explotar, aprender. Los problemas recientes de la Starship son absolutamente normales en esta fase. De hecho, la que explotó el otro día fue un éxito parcial.

Jorge Plá-García

Jorge Plá-GarcíaCedida

Necesitamos una tolerancia al error nula para llegar a Marte. Necesitamos una tasa de éxito extraordinariamente alta que ahora mismo no tenemos. Por eso yo siempre me decanto por la década del 2040. Cada vez que me preguntan, apuesto por el año 2044, muy lejos del imposible 2028 pero lejos también de los plazos que daba la NASA de la década de los 30.

Yo creo que lo vamos a ver en nuestro tiempo de vida. Vamos a ver un humano en Marte, va a ser ir, tocar y volver. No vamos a tener allí colonias permanentes como dice Musk pero no lo vamos a ver en la década de los 30, en mi humilde opinión.

–¿Cómo sería este viaje a Marte? ¿Qué complicaciones habría?

–Es un viaje que, en función de las órbitas relativas de los dos planetas, puede durar entre seis y nueve meses. Esto depende de cuántas toneladas queramos poner en suelo marciano, del tipo de propulsión que utilicemos, de las órbitas de los dos planetas, pero en el mejor de los casos como mínimo 870 días fuera de la Tierra. Luego hay que tener en cuenta la radiación, porque como en Marte no tenemos la protección de la atmósfera terrestre pues la exposición a rayos cósmicos y radiación solar es altísima.

Siempre me decanto por la década del 2040. Cada vez que me preguntan, apuesto por el año 2044Jorge Plá-GarcíaExperto de la NASA sobre la meteorología de Marte

Como no podemos protegernos frente a estos rayos cósmicos que son altamente energéticos, pues intentamos minimizar el tiempo en el espacio para reducir las probabilidades de cáncer. Lo que sí que ha concluido la NASA en estudios es que cuanto mayor es la edad del astronauta, menor probabilidad tiene de contraer cáncer en el espacio. Hay que entender cómo va a reaccionar el ser humano. La pérdida de masa ósea, la pérdida muscular, la presión que van a soportar, muchas partes de nuestros ojos...

–¿Qué son las 'ventanas de lanzamiento'? ¿Cómo de importantes son?

–Son importantes en tanto y cuanto que hay que lanzar cuando las órbitas de los dos planetas son lo más benévolas posibles para reducir la cantidad de combustible en el lanzamiento. Y claro, hay que aprovechar cuando los dos planetas están en órbitas óptimas. Las ventanas de lanzamiento son críticas porque Marte y la Tierra deben estar alineados favorablemente para minimizar el tiempo y la energía necesarios para el viaje. Pero vamos, en ninguna de las siguientes dos, vamos a tener humanos a Marte, segurísimo.

–En el caso de que una persona pusiera el pie en el planeta rojo, ¿qué sentiría?

–Bueno, pues yo he soñado con ese momento, muchas veces lo he idealizado y la verdad es que lo comparo con el alunizaje, esos primeros seres humanos en la Luna en el año 1969. Probablemente, sentiría una mezcla de emoción, asombro y mucha responsabilidad al saber que representa un logro colectivo para toda la humanidad. Y por supuesto, ese evento marcará el inicio de una nueva era en la exploración espacial.

Es un infierno. Es una pesadilla para un ser humanoJorge Plá-GarcíaExperto de la NASA sobre la meteorología de Marte

–¿Cuáles son los aspectos a mejorar para poder llevar a cabo este lanzamiento?

–Creo que una de las partes claves es la propulsión. Ahora se están estudiando soluciones de propulsión eléctrica nuclear, que consiste en el uso de un reactor nuclear que alimenta a propulsores iónicos o propulsores de plasma. Se están estudiando soluciones innovadoras como blindajes avanzados, campos magnéticos artificiales... Otros escollos tecnológicos que hay que salvar es el sistema de soporte vital, la tecnología necesaria para reciclar el agua, el oxígeno, alimentos de forma autónoma...

–¿Sería posible colonizarlo a medio plazo?

Un no rotundo. Antes de pensar en la colonización, debemos centrarnos en misiones que establezcan una presencia absolutamente temporal y sostenible. Como mucho un mes en superficie de Marte. No vamos a ver una ciudad en Marte, segurísimo. Yo solo veo para dentro de siglos. A día de hoy es ciencia ficción absoluta.

–¿El planeta tiene las condiciones para poder «hacer vida» allí?

–No, es un infierno. Es horrible. Es una pesadilla para un ser humano. Yo no sé quién va a ser el loco que va a ir a Marte con un clima tan hostil. Su atmósfera es 100 veces más delgada que la atmósfera terrestre. La temperatura media del planeta son unos 55 grados bajo cero. Y lo peor no es la temperatura. Es el cambio de temperatura brusco, es bestial. Debido a todas estas condiciones climáticas tan hostiles, necesitaríamos hábitats artificiales que reproduzca las condiciones de la Tierra. Necesitamos un hábitat mínimo para que puedan realizar las actividades científicas y las eventuales salidas.

El astrobiólogo, junto al rover Maggie, gemelo en la Tierra del Curiosity

Plá-García junto al rover Maggie, gemelo en la Tierra del CuriosityJorge Pla-García

–¿Qué otros factores nos encontraríamos en el día a día?

–Los niveles de radiación en Marte son mucho más altos que en la Tierra debido a la ausencia de campo magnético. Esto aumenta el ritmo del riego de enfermedades a largo plazo. Otros desafíos incluyen, por ejemplo, las tormentas de polvo que disminuyen muchísimo la visibilidad. Tenemos una disponibilidad muy limitada de los recursos locales, como el agua y alimentos.

No vamos a ver una ciudad en Marte, segurísimo. A día de hoy es ciencia ficción absolutaJorge Plá-GarcíaExperto de la NASA sobre la meteorología de Marte

Marte se encuentra, en el punto más cercano a la Tierra son unos 50 millones de kilómetros. Pero es que el más alejado son 400 millones de kilómetros. Esto hace que una señal que viaja a la velocidad de la luz de Marte a la Tierra pueda llegar a tardar 22 minutos, por lo que si quisiéramos tener una comunicación bidireccional, tardaría en total 44 minutos desde que hay una llamada de auxilio.

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