Los motivos por los que 'Barnard b' podría ser el próximo destino de la raza humana cuando abandonemos la Tierra
Descubierto en 2018, este exoplaneta tiene la mitad de tamaño que Venus y estaría a tan solo seis años luz
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Dentro de aproximadamente 5.000 millones de años, el Sol iniciará su ciclo de transformación, convirtiéndose en una gigante roja. Aunque este proceso es lento, las consecuencias para el sistema solar serán devastadoras, incluyendo el final de la vida en nuestro planeta. La gran duda que surge, con la carrera espacial cada vez más fijada en la llegada del ser humano a Marte, es cuál podría ser el siguiente destino de nuestra especie una vez que nuestro planeta sea completamente inhabitable.
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Una de las últimas novedades podría haber sido el hallazgo de un exoplaneta similar a la Tierra que podría tener ciertas características compatibles con la vida. En los últimos meses, un equipo de astrónomos de la NASA habría descubierto un exoplaneta potencialmente habitable. Gliese 12b está situado a 40 años luz de distancia, exactamente en la constelación de Piscis. Según confirmaron los científicos, este astro es del tamaño de Venus –un poco más pequeño de la Tierra– y contaría con temperaturas tropicales y templadas. Esta no sería la única opción, ya que los investigadores llevan años observando otro exoplaneta situado a una distancia realmente corta.
Barnard b (también denominado GJ 699 b) es un exoplaneta que orbita la estrella de Barnard, en la constelación de Ofiuco. El descubrimiento del posible exoplaneta fue realizado por un equipo internacional de astrónomos del VLT Large Telescope y se anunció a través de la revista Astronomy and Astrophysics en el pasado mes de octubre. Sin embargo, tenemos que retroceder a finales de 2018 para encontrar las primeras referencias del planeta.
Nos encontraríamos ante el primer planeta descubierto que orbita la estrella de Barnard, que se encuentra a tan solo seis años luz de la Tierra, siendo el segundo sistema más cercano al nuestro, después de Alpha Centauri.
En lo que respecta a este nuevo planeta, tiene la mitad de la masa de Venus y completa su órbita en poco más de tres días terrestres. Dada su gran cercanía con nuestro sistema solar, Barnard b se ha convertido en uno de los objetivos prioritarios a nivel planetario.
¿Podría albergar vida?
La gran pregunta que surge una vez hemos conocido más detalles sobre este exoplaneta es si puede reunir las condiciones adecuadas para albergar vida. La investigación más reciente sobre el planeta contó con la participación de un equipo internacional de astrónomos. Entre ellos, un equipo del Instituto de Astrofísica de Canarias, del CSIC y de la Universidad Complutense. En palabras de uno de los líderes de la investigación, el doctor Guillem Anglada-Escudé, doctor en astrofísica e investigador del Instituto de Ciencias del Espacio (ICE- CSIC), Barnard b sería «un planeta en su mayoría rocoso con una pesada atmósfera. Probablemente muy rico en volátiles como el agua, el hidrógeno, el dióxido de carbono. Muchos de ellos están congelados en la superficie».
El astrónomo destacó también que el ejemplo más similar al de este exoplaneta sería Titán, una de las lunas de Saturno, que también tiene una atmósfera muy espesa con gran presencia de «hidrocarburos, con lagos y lluvias formados de metano».
Tal como han detallado las investigaciones iniciales, las temperaturas de la superficie de este planeta podrían estar en torno a los -150ºC, imposibilitando la vida. Sin embargo, en el caso de que se confirmara la existencia de una atmósfera podría calentarlo, reuniendo así las condiciones para poder vivir.
Posibilidades en el mismo sistema solar
Para hacer este estudio, el equipo utilizó ESPRESSO, un instrumento de alta precisión que mide el bamboleo de una estrella causado por la atracción gravitacional de uno o más planetas en órbita.
En lo que respecta a Barnard b, a pesar de que este hallazgo fue confirmado por datos de otros instrumentos, estos no confirmarían del todo el hallazgo de 2018.
«No hemos sido capaces de confirmar su existencia y, de hecho, en estos momentos el consenso general es que ese exoplaneta podría no existir», avanzó uno de los investigadores. A pesar de ello, «la estrella Barnard podría tener hasta tres exoplanetas más orbitándola, aunque por ahora solo tenemos indicios que no podemos confirmar».