
La superficie de la luna vista desde una nave de la NASA
La superficie de la Luna, vista como nunca antes: así sobrevoló el módulo Blue Ghost nuestro satélite
La sonda espacial aterrizó este domingo en la Luna para analizar la superficie y la atmósfera lunar como parte del programa Artemis de la NASA
La sonda espacial Blue Ghost aterrizó este domingo en la Luna para analizar con ayuda de diez instrumentos el subsuelo, la superficie y la atmósfera lunar como parte del programa Artemis de la NASA para establecer una presencia humana permanente en el satélite a finales de la década.
Una hora antes del alunizaje, la nave realizó la quema de inserción de órbita de descenso, lo que permitió su aproximación controlada al sitio de aterrizaje en Mare Crisium, en la cara visible de la Luna.
Tras un viaje de más de seis semanas desde su lanzamiento en Florida el pasado 15 de enero, el módulo de aterrizaje de la empresa estadounidense Firefly Aerospace completó su maniobra final de inserción en órbita lunar baja el pasado 24 de febrero.
Los diez instrumentos de la NASA a bordo del Blue Ghost han llegado en óptimas condiciones y están listos para estudiar las propiedades del regolito lunar, las características geofísicas y la interacción entre el viento solar y la magnetosfera terrestre.Los próximos días serán clave para la llamada misión Blue Ghost 1, ya que los instrumentos recopilarán datos valiosos sobre el entorno lunar para allanar el regreso humano a la Luna y la exploración del espacio profundo.
Entre los avances más destacados se encuentra el experimento Lunar GNSS Receiver Experiment (LuGRE), que ya logró durante el viaje rastrear señales del Sistema Global de Navegación por Satélite (GNSS) a una distancia récord de 246.000 millas (unos 400 kilómetros), demostrando la viabilidad de utilizar constelaciones de satélites terrestres como GPS y Galileo para la navegación en la Luna.
Por otro lado, el telescopio Lunar Environment Heliospheric X-ray Imager (LEXI) ha estado en operación desde poco después del lanzamiento, acumulando más de 50 horas de funcionamiento para su calibración y preparación.
LEXI captura imágenes de la interacción entre la magnetosfera terrestre y el viento solar, proporcionando datos valiosos sobre el clima espacial.
Desde la superficie lunar comenzará a recopilar datos e imágenes cruciales para la investigación científica.