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Concepto de un hipotético agujero negro en el fondo del océano

Concepto de un hipotético agujero negro en el fondo del océanoX

Ciencia

Un hipotético agujero negro en el fondo del océano podría confirmar una de las grandes teorías de Stephen Hawking

Un reciente estudio del Imperial College de Londres ha confirmado que podrían existir ciertas anomalías en el fondo del océano, lo que sería una señal de la existencia de un objeto con propiedades similares a un agujero negro

En el año 2017, científicos de la Universidad de Nottingham dieron un espectacular salto en la comprensión de los distintos misterios del universo. En concreto, los investigadores simularon con éxito las condiciones alrededor de agujeros negror utilizando un baño con agua. Estos hallazgos arrojaron un poco de luz sobre la física de los agujeros negros. Ahora, casi diez años después, habría tenido lugar un nuevo e importante avance en esta materia.

Un reciente estudio del Imperial College de Londres ha sacudido a la comunidad científica con una teoría más propia de ciencia ficción. El equipo dirigido por los investigadores Andrea Boccia y Fabio Iocco confirmaron que podrían existir ciertas anomalías en el fondo del océano, lo que sería una señal de la existencia de un objeto con propiedades similares a un agujero negro.

Este planteamiento cobró aún más fuerza desde el pasado mes de febrero. El detector ARCA del telescopio submarino de neutrinos KM3NeT detectó un extraordinario evento asociado a un neutrino de una energía estimada en unos 220 PeV (220.000 billones de electronvoltios, mucho mayor que las partículas que produce el LHC del CERN). Esta partícula fantasma, que era la más elevada hasta la fecha, fue detectada por la red de sensores ubicada en el Mediterráneo. Ahora, la investigación londinense ha expuesto que esta partícula podría haber sido generada por procesos astrofísicos extremos o, incluso, por un fenómeno desconocido en las profundidades de nuestro planeta.

«Ningún mecanismo astrofísico conocido puede generar agujeros negros de tan baja masa, lo que deja a los agujeros negros primordiales (PBH), posiblemente formados al final de la inflación cósmica, como los únicos candidatos viables», se puede leer en el estudio publicado en arXiv.

Si bien estos agujeros negros primordiales –aquellos producidos en el Big Bang– serían puramente fluidodinámicos y no gravitacionales, el estudio plantea la posibilidad de que haya fenómenos aún más extraños escondidos en los abismos oceánicos.

¿Un agujero negro terrestre?

La posibilidad de que un agujero negro real –no solo un vórtice oceánico– exista en el fondo marino es una idea especulativa que aún no ha sido comprobada. Sin embargo, dicha teoría no está completamente descartada. Tal como plantean Boccia e Iocco, estos PBH podrían haber quedado atrapados en la Tierra durante su formación, permaneciendo ocultos en regiones de alta densidad, como el núcleo terrestre o las profundidades oceánicas. Si un agujero negro microscópico estuviera en el fondo del mar, podría manifestarse de formas que fueron teorizadas por primera vez hace escasas décadas.

En aquel entonces, un joven Stephen Hawking argumentó que el Big Bang podría haber inundado el universo de diminutos agujeros negros, los cuáles se evaporarían lentamente con el tiempo. En sus últimos momentos, liberarían grandes cantidades de energía, lo que podría explicar la detección del neutrino KM3-230213A en el Mediterráneo.

Sin embargo, los autores matizan que esta evaporación dependería de una serie de efectos cuánticos. Conocidos como «carga de memoria», estos fenómenos «podrían ralentizar la evaporación de un agujero negro, lo que podría extender la vida útil de los PBH de baja masa a escalas de tiempo comparables o superiores al tiempo de Hubble». Esto explicaría la posible revelación o existencia de pequeños agujeros negros en las profundidades. Aun así es demasiado pronto todavía para demostrar esta novedosa teoría.

A pesar de todos nuestros avances tecnológicos, sabemos más sobre el espacio que sobre las profundidades de nuestros propios océanos. El fondo marino sigue siendo un territorio en gran parte inexplorado, donde podrían esconderse fenómenos físicos desconocidos. De hecho, ya en 2013 investigadores de la Escuela Politécnica Federal de Zúrich y de la Universidad de Miami teorizaron con que algunos de los inmensos remolinos oceánicos que tenían lugar en nuestros océanos son matemáticamente equivalentes a los misteriosos agujeros negros del espacio.

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