
Diablo de polvo absorbiendo a otro en Marte
Captan un torbellino de polvo devorando a otro en Marte
La formación de estos remolinos tiene lugar cuando el aire cercano al suelo, calentado por contacto con la superficie marciana, asciende y comienza a girar al atravesar capas más frías y densas
El róver Perseverance de la NASA ha registrado recientemente un fenómeno característico de la superficie marciana: la formación de varios minitorbellinos de polvo en el borde del cráter Jezero. En un vídeo compuesto a partir de imágenes captadas por una de las cámaras de navegación del vehículo explorador, se aprecia cómo un remolino de mayor tamaño absorbe a otro más pequeño en una escena tan efímera como fascinante.
Estas columnas de polvo giratorio, conocidas como remolinos de polvo o vórtices convectivos, son comunes en Marte. El equipo científico del Perseverance utilizó esta grabación como parte de un experimento para analizar las dinámicas atmosféricas del planeta rojo. En el momento de capturar las imágenes, el róver se encontraba aproximadamente a un kilómetro de distancia de los torbellinos. El más grande alcanzaba unos 65 metros de ancho, mientras que el más pequeño medía cerca de 5 metros. También pueden observarse otros dos remolinos en segundo plano, situados a la izquierda y en el centro de la imagen.
La escena fue registrada el pasado 25 de enero, mientras el róver exploraba una zona del borde occidental del cráter conocida como «Witch Hazel Hill».
«Los vórtices convectivos, también conocidos como remolinos de polvo, pueden ser bastante peligrosos», afirmó Mark Lemmon, investigador del equipo de Perseverance en el Instituto de Ciencias Espaciales de Boulder, Colorado. «Estos minitorbellinos recorren la superficie de Marte, levantando polvo a su paso y reduciendo la visibilidad en su área inmediata. Si dos remolinos de polvo se encuentran, pueden destruirse mutuamente o fusionarse, y el más fuerte consume al más débil».Ciencia detrás de los remolinos
La formación de estos remolinos tiene lugar cuando el aire cercano al suelo, calentado por contacto con la superficie marciana, asciende y comienza a girar al atravesar capas más frías y densas. Este movimiento se intensifica conforme el aire se eleva, de forma parecida a un patinador que gana velocidad al recoger los brazos. A medida que asciende, arrastra consigo polvo del suelo, dando forma a las características columnas giratorias.
«Los remolinos de polvo desempeñan un papel importante en los patrones climáticos marcianos», explicó Katie Stack Morgan, científica del proyecto Perseverance en el Laboratorio de Propulsión a Chorro (JPL) de la NASA. «El estudio de los remolinos de polvo es importante porque estos fenómenos indican las condiciones atmosféricas, como la dirección y velocidad predominantes del viento, y son responsables de aproximadamente la mitad del polvo en la atmósfera marciana».
Aunque su vida útil es breve, no suelen durar más de diez minutos, los remolinos de polvo brindan información valiosa sobre el entorno marciano. Desde su aterrizaje en 2021, Perseverance ha documentado numerosos eventos similares, como el que tuvo lugar el 27 de septiembre de 2021, cuando varios remolinos cruzaron el suelo del cráter Jezero y uno de ellos fue grabado por el micrófono SuperCam, convirtiéndose en la primera vez que se captaban sonidos de un torbellino marciano.
Estos fenómenos no son nuevos para la exploración espacial. Las primeras imágenes de remolinos de polvo en Marte fueron tomadas por los orbitadores Viking en la década de 1970. Más tarde, la misión Pathfinder logró capturar un remolino desde la superficie, mientras que los rovers Spirit y Opportunity recopilaron abundante material visual sobre ellos. En la actualidad, el rover Curiosity, que estudia el Monte Sharp en el cráter Gale, también los ha detectado con frecuencia.
Debido a su naturaleza imprevisible, capturar imágenes o vídeos de estos remolinos depende, en buena medida, del azar. El equipo del Perseverance realiza un seguimiento sistemático en todas direcciones para aumentar las posibilidades de observación. Cuando se identifican patrones horarios o direccionales, los científicos pueden afinar su monitoreo para intentar registrar más eventos.
«Si te da pena el pequeño demonio de nuestro último video, quizás te consuele saber que el mayor probablemente murió unos minutos después», bromeó Lemmon. «Los remolinos de polvo en Marte solo duran unos 10 minutos».