Doble ración de sorpresa en ‘MasterChef Celebrity’
Terelu Campos y Miki Nadal se marchan de la mano del ‘talent’ culinario
Hubo doble ración de sorpresa en ‘MasterChef Celebrity’. La eliminación de dos aspirantes, con la que el jurado suele epatar de cuando en cuando, se sirvió esta vez en la sexta gala de esta edición. Los perjudicados fueron dos de los concursantes más mediáticos, Terelu Campos y Miki Nadal.
No es como empieza
Dicen que la cosa no es como empieza, sino como acaba. Viene a cuento el dicho porque fue Miki Nadal la primera estrella de la noche. En la primera prueba los aspirantes tuvieron que atender las comandas enviadas por los chefs durante hora y media. Se trataba de simular un servicio a domicilio como el que tantos restaurantes han desarrollado durante el confinamiento y la nueva normalidad.
Terelu Campos y Verónica Forqué compitieron mermadas. La presentadora, con «un problema en la boca»; la actriz, con una contractura muscular. El resultado fue muy similar en ambos casos: flojo. El tiramisú «en piscina de alcohol» (Pepe Rodríguez dixit) de Terelu anestesió al jurado. La Forqué presentó una «aproximación lejana al tiramisú» que provocó las risas de los chefs, como algunos de sus otros platos, todos muy picaditos, como concebidos para residencia de la tercera edad.
David Bustamante sufrió mucho con el ritmo: «Tengo ganas de llorar, de gritar. ¡Madre de Dios, la Virgen Santísima, qué estrés!», clamó el cantante cántabro. Pero, pese a los apuros, pasó el corte de la calidad. Presentó casi todos los platos y estaban ricos la mayoría, juicio que también se aplicó a Carmina Barrios, Miki Nadal y Juanma Castaño.
Victoria Abril sufrió las prisas aún más que Bustamente. La actriz desatendió la mayoría de las comandas porque prefirió calidad a cantidad, pero no hubo ni la una ni la otra, salvo en un steak tartar comestible.
Arkano, Iván Sánchez, Belén López y Eduardo Navarrete presentaron platos olvidables. Miki Nadal y Juanma Castaño fueron, por este orden, los mejores de la prueba.
Fracaso en Menorca
La isla del Lazareto, en Menorca, fue el impresionante marco de la prueba de exteriores. A Verónica Forqué le encantó el lugar: «Tiene una energía maravillosa. ¿Cuántos seres habrán muerto aquí?», se preguntó.
Juanma Castaño (capitán), Carmina Barrios, Terelu Campos, Victoria Abril, Verónica Forqué e Iván Sánchez integraron el equipo azul. Les correspondió elaborar el entrante (mantu con tartar de tomate, gamba de Menorca e hinojo marino encurtido) y el segundo (pulpito moruno con berenjenas).
Miki Nadal (capitán), Arkano, Belén López, Bustamente y Eduardo Navarrete formaron el equipo rojo. Cocinaron fish & chips de Cap Roig (primero) y torrija de cocabamba y almendras (postre).
La aspirante ‘adjudicada’ en último lugar fue Verónica Forqué, porque los concursantes se subastaban y ella era de las caras (restaba 15 minutos de cocinado), pero, sobre todo, porque los compañeros ya la han calado a estas alturas y saben lo complicado que es trabajar con ella en equipo. La actriz madrileña prometió estar zen durante el cocinado, y cumplió. «Déjame trabajar tranquila, Victoria», vocalizado en buen tono, fue lo menos comedido que dijo. Su colega de profesión se lo tomó bien: «Verónica es un neutrón libre. Ha dejado este mundo y está en el suyo», analizó divertida la protagonista de ‘Átame’. En las antípodas de la actitud comedida de la Forqué se situó Samantha Vallejo-Nágera, quien para animar la prueba decidió pegar unos gritos desafinados en los fogones. El momento ‘Sábado Deluxe’ resultó de lo más desagradable.
Los dos equipos fueron víctimas del tiempo. «Ya estamos como en Galicia», sentenció Miki Nadal, recordando el desastroso cocinado coruñés. Los chefs del programa y los dos locales (Marco Colladi y Oriol Castell) que elaboraron el menú se remangaron para que aquello pudiese salir adelante. El que mejor reaccionó cuando vio que le iba a pillar el toro fue Juanma Castaño, que, con el permiso de los chefs, cambió el primero por una especie de pizza.
En todo caso, fue un cocinado desastroso por ambas partes, que acabó con tres integrantes de cada equipo con el delantal negro: Miki Nadal, David Bustamante y Arkano, por el rojo; Juanma Castaño, Terelu Campos y Verónica Forqué, por el negro. El cantante cántabro fue elegido el mejor de la prueba, pero ‘pandó’ porque el resto de los integrantes de su escuadra –especialmente un egoísta Navarrete– se aferraron al uniforme blanco. Su cabreo fue descomunal.
Mar, montaña… y espardeñas
Para el reto final, la organización diseñó unas carreras culinarias.
Para las dos primeras, se formaron dos grupos de tres miembros cada uno. Deshuesar un pollo coquelet, filetear una dorada, limpiar una espardeña (también conocido como pepino de mar) y sacar las yemas de un erizo fueron sus sucesivas misiones.
El primer grupo fue bautizado por Arkano como «El de los machitos». Compitieron Bustamante, Juanma Castaño y Miki Nadal. El más rápido fue el cantante.
En la segunda unidad rivalizaron Terelu Campos, Verónica Forqué y Arkano. La presentadora se hundió a las primeras de cambio. Miki Nadal la animó, con cierta guasa, desde una esquina: «Vete a la mier…, Miki, pero vete a la mier…», contestó mientras intentaba deshuesar el pollo. Verónica entró en trance y, por una vez, fue rauda, lo que le valió el billete para la galería.
Así pues, abajo quedaron Juanma Castaño, Miki Nadal, Arkano y Terelu Campos. Tuvieron que elaborar un mar y montaña con los ingredientes que habían limpiado en las carreras previas. Oriol Castro, chef con dos estrellas Michelín, supervisó el decisivo cocinado.
El periodista hizo diana: «Es tan bueno el plato que no parece ni tuyo», elogió Pepe Rodríguez. Arkano caminó hacia la mesa de los jueces convencido de que era su última cena en ‘MasterChef’: «Está rico», dio esperanzas Jordi Cruz. «No es un mar y montaña», calificó el chef catalán el plato de Terelu Campos, al que le faltaba integración en los elementos. Miki Nadal se olvidó las espardeñas en la sartén: «La idea la tienes buena. Te falta el acabado», analizó el jurado.
Quedaba el veredicto final. Juanma se salvó el primero. Llegó entonces la sorpresa de la noche. El jurado comunicó primero que se iba Terelu, por no haber hecho lo que se le había pedido. Y añadió al lote a Miki Nadal por su fatal olvido (las espardeñas de marras).
«He sentido aquel vértigo que sentía al entrar en un plató, que lo había perdido», confesó Terelu, remontándose a sensaciones de «treinta y tantos años atrás». «En la vida hay que tener ‘MasterChef’», aconsejó la presentadora. «Lo mejor ha sido que he sido yo, que no tenía guion», se despidió del programa Miki Nadal.
No hubo lágrimas. Se fueron agarrados. «Presiento que esto puede ser el comienzo de una gran amistad», bromeó el humorista, recordando el «pico» que se dieron en un programa anterior.