Así se gastarían Rafa y Orestes el bote de 'Pasapalabra'

Tras el duelo de la noche de ayer martes entre el burgalés Orestes Barbero y el sevillano Rafa Castaño, el premio anda va por los 1.480.000 euros. Es, en palabras del primero, un bote «sabrosón».

¿Tiene claro los concursantes a qué destinarían el dinero en caso de que finalmente se hicieran con él? Pues sí.

La última vez que el andaluz se pronunció sobre este particular fue el pasado viernes, cuando ambos se quedaron a un acierto del pleno, de las 25 respuestas correctas que equivaldrían a ese millonario cheque. Pese a la tensión, la contestación de Rafa fue clara: «Ayudar a la librería, pagarme el piso y ayudar a mi familia en lo que hiciera falta… E invitar al equipo [de Pasapalabra] a una comida».

Para los no iniciados, completaremos la mención a la librería. Se llama Caótica, está en la calle José Gestoso de su Sevilla natal y él es uno de los socios trabajadores, junto a otros cinco (tres mujeres y dos hombres), como se indica en la web del establecimiento comercial.

Ahí es donde trabaja Rafa y donde se supone que ha invertido parte del botín que consiguió en Saber y ganar (La 2), El tirón (Telecinco) y en sus anteriores estancias (2015, 2017 y 2019) en Pasapalabra, cuando se emitía en la «cadena amiga». La librería no está pasando por un buen momento económico y de hecho este mismo mes ha abierto una campaña de crowdfunding que ha secundo hasta el alcalde de Sevilla: «Caótica es más que una librería. Es uno de esos sitios sin el cual Sevilla perdería un trocito de su encanto, de su esencia y su cultura. No dejemos que desaparezca. Vamos a echarles una mano», escribió el primer edil en sus redes sociales.

En todo caso, y como se ha visto varias veces en esa situación, ya sabemos cuál sería el destino del dinero. «Tener un colchón bueno para terminar Filosofía para poder dedicarme a la docencia, y apoyar en todo lo que haga falta a Hakuna, que va a empezar un proyecto muy importante de voluntarios por España, aparte de Cáritas».

En otra ocasión añadió un gasto más, el que supone ver mundo: «Aparte de conocer a fondo España, que es el mejor país del mundo, a Japón, Nueva Zelanda y Sudamérica».