Patricia Conde supera en 'MasterChef' el día más estresante de sus 23 años de carrera televisiva

Patricia Conde, Nico Abad y María Escoté. Una presentadora de televisión, un presentador de televisión y una diseñadora de moda. Anoche se enfrentaron en la prueba final de la décima gala de MasterChef Celebrity. El aspirante que perdiese se iba a casa. Los dos que sobreviviesen pasaban a ser semifinalistas del programa.

¿Cómo habían caído al foso? Pues en la prueba de exteriores celebrada en Bilbao, a la sombra del Guggenheim. Ellos tres formaron el equipo rojo, que fracasaron por salados. Lo explicamos: María Escoté se hizo un lío con las proporciones y echó dos kilos de sal para dos litros de agua. El resultado fue que el bonito que cocinaron «estaba más salado que una anchoa», en palabras del jurado.

El equipo ganador fue el azul, formado por Manu Baqueiro, Isabelle Junot y Lorena Castell (elegida la mejor de la prueba). Ellos fueron designados los tres primeras semifinalistas.

Volviendo al reto final, consistió en elaborar un plato de alta cocina siguiendo los pasos de una receta a través de una pantalla. Se trató de un guiño a los tiempos de la pandemia, cuando a muchos se les dio por cocinar así, al dictado de grabaciones de chefs. En este caso, el vídeo lo grabó Nandu Jubany (tres soles Repsol). Explicó su muy elaborada receta de pichón asado con sangre de remolacha, champiñones torneados y canapé de su hígado y foie. Esta variante de la famosa prueba de «seguir al chef» tenía una variante respecto a ésta: los aspirantes podían parar el vídeo dos minutos, si bien a costa de ser penalizado con cinco minutos menos de cocinado. Ninguno recurrió a este peculiar comodín.

El reto final

El trío afrontó con buena disposición el reto, en el que Patricia Conde partía como favorita, puesto que todos la señalan desde hace semanas como la gran aspirante al triunfo final.

Sin embargo, la que destacó fue María Escoté, que lo bordó e hizo una réplica casi exacta del plato de Nandu Jubany.

Patricia Conde se perdió durante la prueba –se olvidó de limpiar la cabeza del pichón–, pero consiguió remontar y le acabó quedando un plato rico. Eso sí, sufrió de lo lindo: «Vaya prueba. Ha sido lo más estresante que me ha pasado a mí en estos 23 años de carrera», confesó.

A Nico Abad le sobraron pelos –los que dejó puestos al pichón– y le faltó salsa. El periodista resultó ser el segundo expulsado de la noche, pues en la primera prueba, que fue eliminatoria por sorpresa, había caído Daniela Santiago.