Historias de película
Cantinflas, el mito del cine que empezó como limpiabotas y dejó una herencia de 100 millones de dólares
Mario Moreno falleció hace 30 años víctima de un cáncer de pulmón derivado de su adicción al tabaco
Este jueves 20de abril se han cumplido 30 años de la muerte de Mario Fortino Alfonso Moreno, Cantinflas, el actor, productor y guionista que se convirtió en todo un icono del cine. En la época de oro del cine de México, mucho antes de que Iñárritu, Cuarón y Guillermo del Toro hiciesen hablar a los Oscar con acento mexicano, Mario Moreno consiguió posicionarse como uno de los comediantes más influyentes del mundo gracias a su talento frente a las cámaras. Pero, ¿qué hay más allá del hombre que interpretaba a Cantinflas?
Mario Moreno nació el 12 de agosto de 1911 en Ciudad de México. Fue el sexto de catorce hijos del matrimonio formado por el cartero Pedro Moreno y María de la Soledad. Aunque solo conozcamos su faceta como actor, lo cierto es que antes de esos años dedicados al cine, Mario Moreno fue ayudante de zapatería, limpiabotas, cartero, chico de los recados, taxista, boxeador e incluso torero. Con tan solo 16 años, falsificó su edad –hizo creer que tenía 21– para poder alistarse en el ejército mexicano. Fue su padre quien envió una carta solicitando su baja y justificando que no tenía la edad mínima para poder formar parte del ejército. Sin duda una larga vista de profesiones muy distintas entre sí que acabaron llevándole al mundo artístico. Pasó de estar en el circo y en el teatro a interpretar en 1936 su primer largometraje, titulado No te engañes, corazón.
Su mayor popularidad la alcanzó cuando dio vida al personaje de Cantinflas, nombre por el que todo el mundo le sigue recordando. Era un papel inspirado en los habitantes de los barrios pobres de la ciudad cuya mayor característica era usar pantalones holgados combinados con una camiseta blanca, un sombrero y un bigote. Su lenguaje era muy pintoresco e ingenioso y llegó a ser tan conocido que la propia Real Academia de la Lengua acogió el verbo «cantinflear» en el diccionario. Su definición aparece de la siguiente manera: «hablar o actuar de forma disparatada e incongruente y sin decir nada».
Otra de sus grandes participaciones en la gran pantalla fue en la película La vuelta al mundo en 80 días, con la que ganó en 1956 el Globo de Oro al mejor actor de comedia. Cinco años después fue nominado a la misma categoría por su actuación en Pepe. Su carrera le ha hecho formar parte del gran Paseo de la Fama de Hollywood, donde tiene una estrella con su nombre, concretamente la número 1.722.
Más allá de sus pasos en el mundo del cine, el apodado como Cantinflas se casó con la moscovita Valentina Ivanova en 1934, cuando tan solo tenía 23 años. Estuvieron casados 32 años, hasta que en 1966 Valentina falleció víctima de un cáncer de huesos. Durante su relación, la pareja adoptó a un niño a quien llamaron Mario Arturo Moreno Ivanova. El otro Mario Moreno fallecería en 2017.
Mario Moreno, Cantinflas, tenía el tabaco como vicio. Fumaba más de tres cajetillas de cigarros al día. Murió, a los 81 años, a causa de un cáncer de pulmón. Su última película fue El Barrendero, filmada en 1981, poco antes de su muerte. Atrás quedaban más de 45 películas y cortometrajes. Por delante, una fortuna estimada en unos 100 millones de dólares (unos 91 millones de euros) que heredó –y dilapidó– su hijo, enfrentado durante años con uno de sus primos, que alegaba que su tío, Cantinflas, le había legado en vida los derechos de sus películas. En 2014, la Corte Suprema de México falló a favor del sobrino de Cantinflas y no de su hijo. El legado de Mario Moreno acabaría después en manos de Tita Marbez, viuda de Mario Arturo Moreno. Lo ocurrido con la herencia del actor también es cantinflear.