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Yolanda Díaz hace sentadillas con Marc Giró

Yolanda Díaz hace sentadillas con Marc GiróLa 2

‘Late Xou con Marc Giró’

«Es una condena», dice Yolanda Díaz sobre vivir en Madrid

«No hay mar. El mar te da muchos matices y te enriquece. Es muy duro», afirma la ministra. Habita un ático oficial de 443 metros cuadrados cuyas paredes están pintadas de un color que le disgusta: «Es el gris de una fragata. Es el franquismo»

No había ido ningún político a Late Xou en sus trece entregas anteriores. Hasta que llegó la decimocuarta y Yolanda Díaz, (Fene, 1971), que se fue a divertir al late night, grabado en Barcelona y presentado por el barcelonés Marc Giró.

Fue una entrevista amable, en la línea habitual del formato, para la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo y Economía Social. Por cierto, las carteras que le acreditan como tal no las usa «¿Tú me ves a mí usando esa cartera? Soy una mujer moderna, por Dios. ¿Tú sabes lo que pesa? Es de piel, pero es la cosa más inútil. Yo he sido abogada, uso un montó de maletines, me encantan. Eso es imposible de usar».

Todo empezó con un beso, que manchó de carmín al presentador. «Me gusta besar a la gente», dijo de entrada Díaz. «El otro día Remedios Zafra me dijo: ‘Te quiero abrazar mucho y besar mucho. Cuando te critican por esto es que la fuerza de los afectos es muy superior a la fuerza del odio’».

Díaz y Giró, durante la entrevista

Díaz y Giró, durante la entrevistaLa 2

La entrevista se grabó antes del 13 de enero, pues Díaz explicó que en esa fecha cumpliría cuatro años como parte del Gobierno de España. Asegura trabajar mucho: «Si tú sigues mi jornada, mueres». Contó que el día antes del encuentro su jornada empezó a las ocho de la mañana y finalizó a las once de la noche. «Soy una obsesa trabajando», añadió. El entrevistador le precisó que lo de conciliar es más sencillo al vivir en la casa en la que trabaja, en dependencias del Ministerio de Trabajo: «Es una condena, Marc. Yo soy galega, veo el mar… Estamos en Barcelona [grabando el programa] y hay mar. En Madrid no hay mar. El horizonte… El mar te da muchos matices y te enriquece. Es muy duro», dijo sobre vivir en el ministerio. Según publicó el pasado junio Newtral, Díaz reside en una vivienda de 443 metros cuadrados en El Retiro. En concreto, según se ha publicado reiteradamente, se trata de un ático que se ubica en un inmueble donde hay parte de las dependencias administrativas de su ministerio. No le gusta la decoración: «Es el gris de una fragata. Es el franquismo», dice sobre las paredes de esa vivienda oficial. «Puse unos chillidas, una pieza de Áurea, una mujer maravillosa de la generación del 27», piezas procedentes del patrimonio nacional.

Una mujer que no ha tenido ayuda

Vice con su hija Carmela: «Soy súper monomarental». Presume de que cocina ella misma. Y de que poco antes de la entrevista fue a hacer la compra a un supermercado y la gente se sorprendió de verla en tal tesitura. «Soy una mujer libre, me lo hago todo yo. Yo llevo trabajando desde los 16 años. Estudié trabajando. Ejercí de abogada y nunca he tenido ayuda. Bueno, mi madre…». Su madre falleció años atrás.

También hay tiempo para el ocio. «Lo que me gusta por encima de todo es la música». Y leer: «Mezclo mucho. Algo de ensayo, novela y también poesía. Siempre leo poesía. Ahora estoy leyendo el último texto de Clara Serra, una de las mujeres más brillantes de nuestro país». El libro en cuestión, un ensayo, se titula El sentido de consentir.

Díaz, al inicio del programa

Díaz, al inicio del programaLa 2

Declarada forofa de Zara

Cuando vuelve a Galicia, lo primero que hace es ir a la playa de Doniños, en Ferrol: «No sé vivir sin el mar». Lo segundo, ir a una famosa churrería: «El chocolate Bonilla es buenísimo. En Ferrol y en Coruña». Tiene un problema: «Engorda mogollón. Y los churros».

Giró le preguntó por la ropa. «Me compro todo la ropa en Galicia. Y los zapatos, y todo (…) Soy una forofa de la moda galega y de Zara», detalló. Le ayuda su padre, que ya sabe qué tipo de ropa, y de qué colores, le gusta. El presentador le preguntó por Amancio Ortega: «Yo conozco a Amancio, pero no me lo cruzo por la calle».

Para mantener la forma, hace sentadillas. Incluso en lugares inesperados, como antes de los mitines y en los viajes internacionales. Giró le pidió que le enseñase a hacerlas. En principio se resistió, pero así acabó el programa, con unas sentadillas a dúo.

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