El deseo que Ilia Topuria pedirá este martes a Pedro Sánchez

«Gracias España por acoger a mi familia, gracias por darnos un hogar, por apoyar mi carreta deportiva y por dejarme formar parte de vosotros». Esto fue lo primero que dijo Ilia Topuria, luchador de artes marciales mixtas y campeón de peso pluma de UFC en el plató de El Hormiguero, donde este lunes lo recibió Pablo Motos.

En una visita anterior contaba que sus sueños eran ser campeón y ser un motivador, un gran inspirador, para la gente. Lo ha conseguido, pero quieres más: «Mi tercer sueño sería conseguir mi DNI español». «Si tú no eres español, que llevas quince años en España con toda tu familia, que te has traído esto a España…», respondió Motos mientras miraba el cinturón de campeón, que estaba sobre la mesa. Este martes se lo solicitará al presidente Sánchez, con el que se reunirá: «Se lo pienso pedir personalmente. A ver si me puede ayudar a conseguir el sueño».

Lleva quince victorias. Está invicto. Su hijo lo vio en directo: «Va a tener que ser un luchador. No va a tener otra opción. Un luchador de la vida. Luego, si ya decide entrar en el octógono, esa es otra cosa». «Si le veo con la motivación necesaria, estaré ahí para ayudar sus sueños», añadió.

De los sueños al sueño. Así fueron las horas previas al combate en el que el pasado 17 de febrero derrotó a Alexander Volkanovski y conquistó el cinturón: «La mejor valoración que tuve de sueño fue el día anterior. Dormí como un bebé». «El miedo es inevitable, pero fue el combate en el que mejor supe controlar los miedos», aseguró el luchador, nacido en Halle (Alemania) hijo de padres georgianos, con los que se mudó a Georgia a los siete años. . En el ring donde fue proclamado campeón portaba las banderas española y de georgiana.

De entrada, le sorprendió: «Tenía una mano izquierda súper rápida». Pero él supo responder: «Buen golpe», le dijo Volkanovski cuando Topuria conectó una excelente mano en ese primer asalto. «Mi momento va a llegar pronto», anunció Ilia a su rival en pleno combate. Y a fe que le llegó. «Le fui cortando los ángulos», explicó. Y ganó por la vía rápida. No le dará revancha: «Por su bien, mejor que no, porque es una excelente persona», desveló sonriendo.

¿Y ahora qué? «Hemos escrito historia, ahora es momento de forjar la leyenda», dijo en su excelente español. Ha retado a Conor McGregor, leyenda de este deporte, y quiere que ese combate tenga como escenario el Santiago Bernabéu. Es complicado que este sueño se cumpla. Lo que nunca veremos es una pelea con su hermano, también destacado luchador: «¿Qué quieres? ¿Qué la mamá nos pegue? No queremos problema con la mamá».