Detienen tras casi dos años fugado a Carlos 'el Yoyas' y Fayna respira tranquila: «¡Qué alegría!»

AFayna se lo ha comunicado a primera hora de la mañana la Policía Nacional: «Solo queremos decirte que hemos detenido a Carlos Navarro». Fayna llevaba esperando la noticia un año y siete meses. Es el periodo que Carlos 'el Yoyas' llevaba fugado. La Policía Nacional, concretamente la sección de Localización de Fugitivos, en colaboración con los Mossos d' Esquadra, le ha logrado echar el guante en l'Anoia, Barcelona. Fayna apenas ha alcanzado a dar las gracias y exclamar: «Qué alegría!».

Carlos Navarro fue condenado a cinco años y ocho meses de cárcel por maltratar de forma continuada a su exmujer, Fayna Bethencourt, a la que conoció en 2001 en el popular concurso de televisión y con la que contrajo matrimonio. También fue condenado por maltratar a los dos hijos que la expareja tiene en común.

Carlos siempre fue una persona de carácter explosivo, quizá de ahí su mote 'el Yoyas'. Existe un audio de casi una hora en el que Carlos Navarro, habla (más bien grita) con una persona menor de edad, muy menor, apenas ha cumplido una edad con dos dígitos.

En esa grabación reconoce haber «cogido del cuello a Fayna» en alguna ocasión y profiere amenazas contra un varón del que cree que esta persona está escuchando la conversación: «“Gordito, gordito hijo de puta, me estás escuchando, te machacaré gordito, te machacaré puto gordo, te reventaré la boca como te cruces conmigo comemierda (…). “Eres un puto comemierda, gordo motero, heavy los cojones, te voy a arrancar la puta piñata. Con este voy a disfrutar, con este no voy a coger un palo, a este lo voy a reventar con mis propias manos, como he reventado a más de uno y a este le voy a reventar, le voy a reventar la puta boca al gordo maricón, díselo a tu puta madre a ver si tiene cojones a mandarme al gordito».

Cuando su interlocutor pregunta que por qué le quiere dar una paliza, Carlos Navarro lo tiene claro: «Porque hace tiempo que no me entretengo, por entretenerme, le voy a reventar la boca a alguien, que hace tiempo que no le reviento la boca a alguien (…). Si le reviento la cabeza va a ser por placer, por placer le voy a reventar la cabeza y como venga alguien más se la voy a reventar también, a su puto primo y a su puto padre y al que me venga y a la guardia civil si me manda a la guardia civil, que me la mande, porque yo le rompo la cabeza a quien haga falta (…) Al gordo motero le voy a reventar la puta cabeza, le voy a reventar las dos piernas, le rompo las rodillas al gordo.».

Este es el nivel del ahora detenido. Lo cierto es que si hubiese logrado esconderse unos pocos años más la pena habría prescrito y un maltratador condenado en firme podría pasearse por las calles libre, sin haber pagado su pena. Suerte de Policía Nacional.