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04 de julio de 2024

Pablo Iglesias y Nacho Abad, durante su tensa entrevista en el programa En boca de todos

Pablo Iglesias y Nacho Abad, durante su tensa entrevista en el programa En boca de todosCuatro

Televisión

Nacho Abad retrata a Pablo Iglesias en su tensa entrevista: «¡Con qué elegancia me acaba de llamar tonto!»

«Algunos periodistas tienen las entendederas duras», asegura Iglesias sobre el presentador de En boca de todos, que ha estado muy por encima del entrevistado

El presentador del programa de Cuatro En boca de todos, Nacho Abad, ha retratado con elegancia a Pablo Iglesias en la tensa entrevista que han mantenido este martes tras conocerse que Miguel Ángel Frontera ha sido absuelto de las acusaciones de acoso a Iglesias y a Irene Montero en los escraches durante siete meses en su domicilio en Galapagar. «Algunos periodistas tienen las entendederas duras a veces. No se dé por aludido», ha terminado por asegurar Pablo Iglesias cuando Nacho Abad le ha preguntado en dos ocasiones (en la primera no había obtenido respuesta) si se arrepentía de haber apoyado a Pedro Sánchez para ser presidente del Gobierno.

«¡Con qué elegancia me acaba de llamar tonto!», ha reaccionado entre risas Nacho Abad. «¿Cómo voy a llamar tonto a una persona como usted? Nunca haría tal cosa. Llamarle tonto yo a usted, por favor...», ha comentado con sarcasmo Iglesias.

Es el final de una entrevista marcada por la tensión en las respuestas, no en las preguntas. A Pablo Iglesias se le ha visto molesto a partir de la siguiente cuestión formulada por el presentador, y ya no ha dejado de estarlo en el resto de la entrevista.

–Nacho Abad: Ya que ha venido usted a En boca de todos hoy, quería aprovechar si me confiesa algún pecado. Usted, con la edad, con la experiencia que ya tiene, ¿se arrepiente de haber justificado como «jarabe democrático» el escrache, el acoso tan violento que sufrió Cristina Cifuentes en las calles de Madrid? Que es un poco como esto pero puntual, no siete meses.

-Pablo Iglesias: Quien está demostrando un pecado es usted, y perdone la sinceridad porque con lo que dice pareciera que quiere dar a entender que me lo merezco. Yo jamás he ido a la vivienda de nadie.

–No he dicho eso. He dicho que si usted se arrepiente de haber justificado en su día el escrache de Cristina Cifuentes o el de Soraya Sáenz de Santamaría en su casa con su bebé recién nacido...

–Creo que usted debería disculparse y arrepentirse de lo que está diciendo porque está pretendiendo decir que me lo tengo merecido.

–No. Se lo he dicho antes…

–Déjeme terminar

–Se lo he dicho antes: que usted no se lo merece

–Déjeme terminar, por favor. ¿Me puede dejar terminar? Si usted me deja terminar, yo razono.

–Le dejo.

–Yo entiendo que no le guste lo que estoy diciendo (frase recurrente de Pablo Iglesias). Lo que digo es que usted está justificando el acoso al plantear: ‘¿usted se arrepiente…?’. Mire, yo jamás he estado en la casa ni de Soraya Sáenz de Santamaría ni de Cristina Cifuentes. Si hubiera estado una sola vez, habría acabado en la cárcel como cualquier persona que hubiese hecho eso. Que los movimientos en defensa de la vivienda que en algunos momentos se hicieran durante pocas horas y con contundentes intervenciones policiales y judiciales esos actos de escrache no se puede comparar con un acoso sistemático de siete meses. El problema es que usted cuando dice esto, y perdone la sinceridad, lo que pretende dar a entender es ‘usted se lo buscó, arrepiéntase ahora por haber hablado de jarabe democrático'. No se puede comparar.

Nacho Abad no se ha dejado embaucar por Iglesias.

«Me encanta que usted se exprese en libertad y se lo agradezco enormemente. Y puede usted criticarme las veces que quiera y a su gusto. Antes de hacerle la pregunta he dicho que no estaba justificado desde un punto de vista humano de ninguna de las maneras que fuesen a su casa durante siete meses y que a nadie nos gustaría, y que me parecía una barbaridad. A partir de ahí, si usted a partir de que yo le pregunte si se arrepiente del escrache a Cristina Cifuentes con el mejor de los tonos, usted se inventa que yo he justificado los siete meses», ha explicado el presentador.

«Pero yo no hice ningún escrache a Cristina Cifuentes», ha terciado Iglesias. «Ahora déjeme terminar a mí –replica Abad–. Usted dijo que era «jarabe democrático» y yo estoy diciendo aquí que el señor que estuvo en su casa es un bárbaro y no tengo ningún reparo en criticar a cada imbécil que vaya a casa de un político a hacerle la vida insoportable durante siete meses, le grabe, diga que se arrodilla para conseguir el puesto… No tengo ningún problema, sea de izquierdas o derechas», ha aclarado Nacho Abad. La conversación ha continuado así:

–Nacho Abad: Le vuelvo a preguntar si a usted le parece bien tildar de jarabe democrática el brutal escrache que sufrió Cristina Cifuentes, que casi llora, en plena calle...

–Pablo Iglesias: ¿Cómo me va a parecer bien? Pero es que usted no puede comparar una protesta política con un acoso sistemático durante siete meses en un domicilio. Lo fundamental es la impunidad que están permitiendo algunas autoridades judiciales que entienden que su ideología se puede transformar en un mecanismo para hacer caer al Gobierno, para hacer que algunos tengamos miedo, que haya impunidad ante la violencia fascista.

–Permítame que le diga: usted no se lo buscó, diga usted lo que diga que yo pienso. Mis pensamientos son míos y mis ideas son mías. Está tan mal que estén siete meses en su casa como que escrachen a Cristina Cifuentes.

–Está peor.

–¿Sabe la diferencia? Que cuando leo la sentencia de su caso, la magistrada dice que ustedes no tuvieron contacto físico con Miguel Ángel, y el contacto físico con Cristina Cifuentes fue de una masa enfervorecida, gritándole a la cara y que no la lincharon de casualidad, pero es una opinión.

La ironía de Pablo Iglesias con Nacho Abad

«¿Pudo ser pionero en el lenguaje del enfrentamiento? Lo digo por lo de la casta y aquello…», ha preguntado Nacho Abad.

«Sí, también en esto voy a tener que disculparme. En realidad yo soy el origen de toda una situación de violencia. Que Óscar Puente y Milei se digan barbaridades es responsabilidad de gente como yo», ha contestado con ironía Pablo Iglesias. «El lugar –ha añadido– en el que se ha generado la violencia política en nuestro país son los platós de televisión, que son los que han estado pagado a gentuza para que normalice el insulto y la violencia. Ya le digo yo que a si su señoría o a un político de derechas le hicieran la octava parte de lo que nos han hecho a nosotros, actuaría todo el peso de la justicia. Ahí están las pruebas. Como usted es un profesional de la comunicación, es llamativo que usted describa una situación de crispación y me diga si yo puedo ser uno de los responsables de esta situación», ha afirmado Pablo Iglesias.

Después vendría la desafortunada frase de Pablo Iglesias sobre las entendederas de Nacho Abad, simplemente por repetir la pregunta sobre Sánchez que Iglesias había respondido de forma vaga. El presentador, sin embargo, ha demostrado una vez más, como lo hace cada día, que de entendederas va más que sobrado.

«Me va a alegrar que el discurso político baje en el tono –ha reconocido Nacho Abad–; me va a alegrar que no haya acosos en las casas de los políticos, ni en las suyas ni en las de la derecha; me va a alegrar escuchar alguna vez a algún político arrepentido de algo, que de momento no he conseguido ninguno; y me va a alegrar decirle que en nuestros platós, los de Mediaset, somos plurales, usted participó en muchos de ellos, abiertos, y que usted nació en Cuatro, precisamente aquí», le ha recordado con elegancia Nacho Abad. Hasta ahí ha tenido que interrumpir el exlíder de Podemos para soltar: «al pobre Cintora le echaron». Así que el retrato a Pablo Iglesias ha sido doble: el que le ha hecho Nacho Abad y él que se ha hecho él solo.

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