La película por la que Bruce Willis aceptó rebajar su sueldo un 99 %

¿Alguna vez se te ha pasado por la cabeza recortarte el sueldo? Bueno, para la mayoría de nosotros, esto suena más como una fantasía lejana que una realidad cotidiana. Pero, claro, si te llamas Bruce Willis y tienes una fortuna, las cosas pueden cambiar. En estos momentos, el icónico actor estadounidense, con 68 años a sus espaldas, ha tomado la difícil decisión de retirarse debido a problemas de salud, específicamente afasia, una condición que afecta la capacidad de comunicarse y entender el lenguaje.

Actualmente, pasa la mayor parte del tiempo en su casa de Brentwood Park, en Los Ángeles, una propiedad valorada en casi 10 millones de dólares. A pesar de este desafortunado giro en su vida, Willis ha dejado una marca imborrable en el mundo del cine desde que comenzó su carrera en la televisión en los años 80.

A lo largo de su carrera, Willis ha interpretado una asombrosa variedad de papeles, desde el héroe de acción que salva el día hasta el cómico que nos hace reír. Su legado cinematográfico es tan sólido como una de sus famosas escenas de acción, y su fortuna, acumulada durante décadas de éxito, es igualmente impresionante. Aun así, la pasión por el arte y el deseo de colaborar con ciertos actores han llevado a Willis a tomar decisiones sorprendentes, como rebajarse el sueldo de manera drástica por una oportunidad especial. Porque incluso en el mundo de las estrellas, el amor por el cine puede estar por encima del amor por el dinero.

La película Ni un pelo de tonto fue una de las dos grandes producciones en las que Paul Newman participó durante la década de los noventa. En este filme, el icono de Hollywood interpreta a Carl Roebuck, uno de los peculiares habitantes de un pueblo peculiar. El elenco también incluye a la fallecida Jessica Tandy, quien interpreta a la maestra de octavo grado de Newman y, en la trama, se convierte en su casera. Melanie Griffith completa el reparto en el papel de la atractiva pero insatisfecha esposa de Carl.

En los carteles publicitarios distribuidos a los medios de comunicación, no se incluyó la fotografía de Bruce ni su nombre apareció en las notas de producción. Esto significa que su papel en la película no estaba destacado en la promoción oficial ni en la documentación relacionada con la producción. A pesar de esto, Bruce Willis estaba muy emocionado por la oportunidad de trabajar con Paul Newman, una leyenda del cine. Por lo tanto, decidió aceptar un salario mucho menor de lo habitual para participar en la película. Según el Los Angeles Times, Willis cobró menos del 1% de lo que solía ganar en ese tiempo.

La razón de esta reducción salarial fue el presupuesto ajustado de la película. El director le aseguró a Willis que el dinero no era una preocupación principal y que el objetivo era disfrutar el proceso. Por eso, Willis rechazó los 15 millones habituales que solía cobrar y aceptó recibir el salario mínimo establecido por el sindicato de actores, que en aquel entonces era de aproximadamente 1.400 dólares por semana de rodaje.