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Telecinco emitió, de forma póstuma, la entrevista a Julián Muñoz

Telecinco emitió, de forma póstuma, la entrevista a Julián MuñozMediaset

La semana de la tele

El morbo de la entrevista póstuma a Julián Muñoz y Broncano, amonestado por TVE

¡Vaya semanita en las teles! Muere el exalcalde de Marbella, Julián Muñoz, y deja grabadas escandalosas declaraciones que emite Telecinco; aparecen fotografías del Rey Juan Carlos I y Bárbara Rey hechas hace más de 30 años; la presidenta electa de México no invita al Rey Felipe VI a su toma de posesión; y para completar el puzzle no hay tregua en la lucha entre David Broncano (La Revuelta) y Pablo Motos (El Hormiguero) por liderar su franja horaria, que se ha convertido en un asunto casi de Estado.

Horas y horas de televisión con estos temas que, según algunos analistas, consiguen lanzar una cortina de humo sobre otros más complicados que se están investigando en los juzgados de Madrid y Badajoz. O en negociaciones muy difíciles entre Madrid, Cataluña y Waterloo. Excesivas coincidencias.

La Revuelta ha sufrido el primer revolcón y no solo de audiencia. RTVE, donde se emite el programa de Broncano, a través de la nueva Defensora de la Audiencia, Rosa María Molló, ha advertido a los responsables del espacio «que deben adaptar sus contenidos y el lenguaje a las necesidades de la cadena pública». Y añade que «ambos responsables —el director de La Revuelta, Ricardo Castella y el delegado de contenidos de RTVE, Agustín Alonso— se han comprometido a eliminar aquellas bromas y juegos de palabras relativos a las drogas y a mejorar la presencia femenina».

El programa se graba por la tarde y se emite a las 21:50 h. La «censura» es diaria con pitidos sobre los insultos para evitar que los espectadores oigan esos exabruptos (el jueves sonó en cinco ocasiones) o incluso se pixelan gestos como «una peineta» que hizo el propio Broncano a un espectador en horario infantil. El tema de las drogas, entre bromas, es recurrente. Sergio Brezos suelta «farlopa» o los cómicos, Grisón y Ponce, meten este tema entre risas y chistes. No han entendido aún que están en una televisión pública y que el horario no es la medianoche de Movistar+.

Es curiosa la elección del público que asiste a la grabación del programa. Siempre aparece, como inesperado o fortuito, algún espectador al que le acercan el micrófono y ¡qué casualidad!, como ocurrió hace unos días, una chica, Piedad, fue compañera de la Reina Letizia en la Facultad de Periodismo y relató que la reina «era muy lista, no se iba a casar nunca y también era muy de izquierdas…». Piedad añadía: «esto no saldrá, esto tampoco saldrá». Y en un alarde de no censurar nada, se emitió. Curiosidades de juventud, pero… ¿Quién elige a los 300 espectadores que acuden al teatro? La productora El Terrat, propiedad de Jaume Roures, Tatxo Benet y Andreu Buenafuente (ni monárquicos ni de derechas) selecciona al detalle los asistentes a través de un amplio cuestionario en el que los aspirantes a butacas cuentan sus historias.

Y la semanita destapó un Julián Muñoz, exalcalde de Marbella, en entrevista póstuma, acusando a su ex, Isabel Pantoja, de dejarle sin un duro cuando salió de la cárcel. Dice que más de 90 millones. Una morterada. Y 24 horas después de enterrarlo, su mujer oficial, Mayte Zaldívar, ya se sienta en ¡De viernes! a seguir contando miserias.

La voracidad de los programas envía a sus reporteros en persecución de la actriz Bárbara Rey o a montar guardia en Sangenjo para lograr imágenes del Rey Juan Carlos por unas imágenes de ambos hace 30 años. Es la miseria de un país que se ha dejado domesticar por hechos superficiales. Meter los auténticos escándalos bajo las alfombras y pasar de puntillas por los asuntos más graves. Es la televisión de cada semana.

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