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Ricardo Castella, David Broncano y Grison

Ricardo Castella, David Broncano y GrisonRTVE

Televisión

TVE da su primer toque a Broncano y La Revuelta: exige que no hagan más bromas sobre las drogas

Los responsables se comprometen a no hacer más bromas ni juegos de palabras relacionados con las drogas y también a incrementar la presencia femenina

La nueva Defensora de la Audiencia de RTVE, Rosa María Molló, ha recibido al delegado de Contenidos de RTVE, Agustín Alonso, y al director, productor ejecutivo y copresentador de La Revuelta, Ricardo Castella, que se han comprometido a no realizar más bromas ni juegos de palabras relacionados con las drogas en el programa de La 1 que presenta David Broncano de lunes a jueves.

El encuentro entre los tres forma parte del formato RTVE Responde que este domingo, desde las 13:30, emitirán La 2 y RTVE Play, y en el que se hace balance de las primeras semanas de emisión de La Revuelta, el espacio que compite con El Hormiguero en la franja de acceso al prime time.

Agustín Alonso, la Defensora de la Audiencia de RTVE, Rosa María Molló, y Ricardo Castella

Agustín Alonso, la Defensora de la Audiencia de RTVE, Rosa María Molló; y Ricardo CastellaRTVE

Además de acabar con las bromas sobre las drogas, los responsables también se han comprometido a incorporar, gradualmente, más presencia femenina al programa, hasta ahora «prácticamente nula», como reza el comunicado de prensa de RTVE sobre la reunión de Rosa María Molló con Ricardo Castella y Agustín Alonso.

No son esos dos puntos (las bromas sobre el consumo de drogas y la ausencia de mujeres en el programa) los únicos que invitan a la queja. El lenguaje inadecuado de La Revuelta, más aún en una televisión pública y en un horario como el suyo (los 20 primeros minutos de emisión del programa forman parte aún del horario protegido, algo que también se toma a broma el equipo de La Revuelta) es otra licencia que se toma –y que también se ha consentido desde RTVE– el programa. En ese intervalo, y toda vez que se trata de un formato grabado y no en directo, las expresiones malsonantes son tapadas por un pitido. Y no siempre.

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