El motivo por el que Jodie Foster rechazó protagonizar 'Hannibal' con Anthony Hopkins

Hannibal Lecter forma parte del imaginario popular desde 1981, cuando el autor Thomas Harris lo inventó en las páginas de su novela de terror psicológico, El dragón rojo. Desde entonces, las apariciones del Dr. Lecter en cine y televisión han convertido a este asesino en serie con gusto por la carne humana en uno de los villanos más memorables de la era moderna.

Brian Cox fue el primero en darle vida en la película Manhunter de 1986, y Mads Mikkelsen, el último en la serie que lleva su nombre, pero la mayoría de los espectadores reconocerán a Hannibal Lecter en los rasgos de Anthony Hopkins gracias a El silencio de los corderos, una de las únicas tres películas que se ha llevado los 5 Oscar principales (mejor película, mejor director, mejor actor, mejor actriz y mejor guion).

Con el éxito del público y la crítica asegurados, el estudio consideró que debía explotar la historia lo máximo posible y comenzó a buscar una trama nueva. El problema era que, como El dragón rojo ya había sido adaptado en Manhunter de Michael Mann, no había material original con el que trabajar. Thomas Harris aún no había escrito el siguiente libro de su serie literaria, así que el productor Dino De Laurentiis estuvo esperando entre bastidores ocho años, listo para poner en marcha la maquinaría tan pronto como le diera los toques finales a su novela.

Para dar una idea de lo rápido que se llevó a cabo la adaptación de Hannibal, el libro llegó a las librerías en junio de 1999 y la producción de la adaptación cinematográfica comenzó en mayo del año 2000. Sin embargo, hubo varios obstáculos a superar entre esos meses, siendo el más notable que Foster y Jonathan Demme, director de El silencio de los corderos, rechazaron volver.

Obviamente, el principal nombre a confirmar fue el de Anthony Hopkins, porque no tenía sentido hacer la película sin él. Sin embargo, sus compañeros decidieron borrarse de la lista. A Demme no le gustó el nivel de violencia que alcanzaron tanto la novela como el guion y descartó formar parte de la secuela. A Foster, por su parte, le presentaron una oferta de 15 millones dólares por volver a interpretar a Clarice Starling, pero no quiso encasillarse en el papel de esta agente del FBI y prefirió dar rienda suelta a sus propios proyectos creativos.

En aquel momento, la dos veces ganadora del Oscar estaba preparando su primera película como directora, Flora Plum, teniendo a Claire Danes en mente para interpretar el papel protagonista. Desafortunadamente, y no por primera ni última vez, Flora Plum se vino abajo. Cuando finalmente se descartó seguir con el proyecto, el rodaje de Hannibal ya había avanzando lo suficiente como para plantearse eliminar del metraje a Julianne Moore, su sustituta, e incluir a Foster en su lugar, por lo que vio cómo la oportunidad se le escapaba de las manos.

Ella misma lo expresó así en una entrevista a Total Film: «La razón oficial por la que no hice Hannibal es que estaba haciendo otra película, Flora Plum», explicó. «Así que puedo decir, de una manera amable y digna, que no estaba disponible cuando se estaba rodando». Sin embargo, poco después apuntó que Clarice significaba mucho tanto para ella como para el director de El silencio de los corderos y no creía que la historia que se contaría en la secuela fuese mínimamente comparable con esta. Lamentablemente para ella, pero por fortuna para los seguidores de la saga, se equivocó, dado que, como su predecesora, se convirtió en un éxito nada más estrenarse en 2001.